Había una vez, en algún lugar…
Había una vez, en algún lugar…
Aprendizaje esperado: escribe cuentos de un subgénero de su preferencia.
Énfasis: desarrollar espacios y ambientes en la trama.
¿Qué vamos a aprender?
Aprenderás a identificar los elementos necesarios para la creación de un cuento. Específicamente estudiarás los tipos de espacios denominados también ambientes, y la manera como se desarrollan estos espacios o ambientes en los diversos subgéneros.
Esto lo harás convirtiéndote por un rato en escritor y cuentista. Como escritor debes identificar los subgéneros para la creación de un cuento propio, para ello, ten a la mano tus anotaciones y sigue la guía para ir creando tu propio cuento.
¿Qué hacemos?
Para iniciar, observa las siguientes imágenes:
Ambas presentan paisajes, pero el lugar, el tiempo y las sensaciones que transmiten son diferentes en cada una.
El primer paisaje refleja un lago, quizás en la mañana o en la tarde, por las tonalidades y el cielo despejado podría decirse que hace calor, y la tranquilidad del agua invita a relajarse. Por el contrario, el segundo paisaje presenta un árbol casi sin hojas en medio de un terreno despoblado. El cielo está nublado y es posible que haga frío. Las sensaciones que transmite son de temor, inseguridad y miedo.
Los elementos que se acaban de describir conforman el ambiente y espacio de las pinturas, la manera como se combinan estos elementos ayuda a recrear una atmósfera y a transmitir sensaciones.
Las pinturas utilizan recursos visuales como tonalidades de colores o dibujos, pero en la literatura:
- ¿Cómo se construye el ambiente y los espacios?
- ¿Cómo se recrean atmósferas?
La respuesta está en el uso de ciertas palabras, en las descripciones y en la narración.
Recordarás que cuando eras más pequeño te leían cuentos; el cuento es un tipo de texto narrativo, cuya característica principal es que tiene pocos personajes, además de ser breve. Aunque las historias contenidas en los cuentos son muy variadas y tocan múltiples temas, comparten ciertas características comunes:
- El cuento tiene una estructura central vinculada con un protagonista; en los cuentos se evitan las tramas múltiples que sí existen en otros géneros literarios, como la novela.
- Las acciones suelen estar ubicadas en tiempo y espacio normalmente desde el inicio.
- Es ficticio: si bien un cuento puede estar basado en hechos reales, su narrativa apunta a lo imaginario.
- Cada acción desencadena una consecuencia.
- Los personajes principales deben resolver problemas o superar pruebas difíciles para poder lograr su objetivo.
- Existen uno o varios personajes clave que son esenciales para que el protagonista pueda superar sus pruebas: el hada que ayuda a la princesa, el animal que indica el camino a seguir, y otros que posiblemente tú ya conoces.
- Son breves.
- Están pensados para leerse de principio a fin como una estructura única: al ser narraciones breves y con una estructura básica, si se leen por fragmentos se pierde el efecto deseado en el lector.
Por ejemplo, el cuento de Caperucita Roja; ¿cuántos personajes tiene?
La abuela, el lobo, la nieta, la mamá y el leñador. Son pocos personajes, ¿verdad?, y es una historia breve.
¿Dónde se desarrolla el cuento?
La respuesta es en el bosque, en un tiempo indeterminado, inmerso en un ambiente de aventuras y fantástico.
Reflexiona qué elementos del cuento te permitieron identificar el ambiente y espacio del cuento. Enlista los elementos en tu cuaderno. Por ejemplo: - Menciona el cuento que Caperucita se detenía a recolectar flores por el camino.
- Menciona a un lobo que habla.
- La abuela vivía en una cabaña.
Ahora bien, existen varios tipos de cuentos y cada uno tiene sus peculiaridades. En esta sesión se te invita a que elabores un cuento donde plasmes los conocimientos que vayas adquiriendo.
Para eso, revisarás los detalles que necesitas para crear tu cuento, porque a partir de ahora eres un escritor de los profesionales y para ello necesitas definir lo siguiente: el género de tu cuento.
Tal vez pienses, que el género es el cuento, pero éste es el género literario, recuérdalo, pero dentro de este género existen varios subgéneros, y te será muy útil identificar primero en qué subgénero te quieres centrar para construir tu cuento con todos los elementos necesarios. Para ello, conocerás algunos subgéneros del cuento y tú vas a elegir el que prefieras para crear tu propio cuento.
Bien ahora, se repasará algunos subgéneros, el ambiente y espacio en que se desarrollan los cuentos y leerás un ejemplo para tener más claros los elementos.
Cuento maravilloso:
Los personajes y hechos de carácter fantástico aparecen al principio de la historia.
Tiene ambientes abiertos y cerrados, en un contexto mágico e irreal.
Ejemplo:
“Había una vez un rey que vivía en un castillo encantando”.
Observa con atención: el espacio es el castillo y el ambiente es que está encantado; esta referencia a lo mágico es lo que te indica que pertenece al subgénero de lo maravilloso.
Cuento fantástico:
Presenta un hecho sobrenatural que irrumpe en la historia sorprendiendo al lector.
Sucede en ambientes de fantasía y puede desarrollarse en el presente, pasado o futuro.
Por ejemplo:
“Había una vez un mundo habitado por hadas, quienes se encontraban a punto de vencer a unos terribles gigantes en un bosque mágico, cuando de repente apareció un dragón”.
Cuento realista:
Pretende imitar la realidad mediante la similitud, sin que ésta esté necesariamente basada en hechos reales.
Las historias suelen desarrollarse en lugares cotidianos y en un contexto presente.
Por ejemplo:
“Esta es la historia de un joven que caminaba por la calle, un día cualquiera, buscando una cura para salvar al mundo de las injusticias”.
Cuento policial:
Presenta un misterio o un crimen que debe ser resuelto, y aparece en estos cuentos la figura del detective o investigador.
Sucede también en el presente o el pasado, en estaciones de policía o bien en ciudades con muchos crímenes.
Por ejemplo:
“El Detective Lupa se encontraba en su despacho; estaba por descubrir al culpable, tenía todas las pruebas, un caso más para su exitosa carrera”.
También hay uno que es de los favoritos de varios.
Cuento de terror:
El autor busca suscitar el miedo a partir de la sugestión narrativa.
Los ambientes se generan en presente, pasado o futuro, causando angustia o rechazo en el lector. Suele desarrollarse la historia en lugares lúgubres, solitarios.
Por ejemplo:
“Por la noche, en un callejón de Guanajuato, se escuchaban sonidos misteriosos. Los pobladores no lograban conciliar el sueño, ni tampoco identificar de dónde venían los sonidos que tanto los hacían temer”.
- ¿Cómo vas?
- ¿Ya elegiste el subgénero al cual va a pertenecer tu cuento?
Si no, se van a mencionar unos más.
Cuento de ciencia ficción:
Se presenta un futuro donde las historias aluden a la humanidad y su relación con la tecnología.
Normalmente sucede en ambientes futuristas o presentes donde los elementos tecnológicos como computadoras o máquinas se hacen presentes.
Por ejemplo:
“Era el año 2040; un robot que empezaba a descifrar las emociones humanas observó que son cambiantes y que cada 4 parpadeos podrían inventar algo nuevo para que los humanos volaran”.
Existen otros tipos de cuentos, como los humorísticos, los de carácter histórico y los cuentos psicológicos.
Ahora necesitas asignar un espacio y ambiente a tu cuento.
Piensa: ¿a qué se hace referencia con espacio o ambiente?
Cuando revisaste los subgéneros, viste que algunos se referían a castillos, bosques, calles. Todo esto son los espacios y ambientes del cuento, pero también debes conocer cómo son y que características tienen.
Se entiende como ambiente o espacio al lugar donde transcurre el cuento, y estos se clasifican en:
- Físico.
- Social.
- Psicológico.
El ambiente físico es el lugar o espacio donde los personajes viven o desarrollan la historia, y se clasifican en ambientes abiertos o cerrados.
Es abierto cuando se habla de un bosque, de una selva, de una ciudad o del mar, por ejemplo, y es cerrado cuando se habla de una casa, un castillo o una habitación.
También debes considerar el ambiente social, que se refiere al resultado de las relaciones sociales o el estatus de los personajes; toma en cuenta varios aspectos, como el nivel cultural, económico, laboral, religioso, o la clase social a la que pertenecen los personajes de la narración.
Por ejemplo, un ambiente social sería el estatus familiar, en este caso, si se es padre, hijo o hermano, o bien la labor que desarrollan, ya sea de profesor o estudiante.
El ambiente psicológico. Éste se refiere a las emociones que vas a causar en tu escucha o lector por medio del sentir de tus personajes y de la trama. El ambiente psicológico es el resultado de los planteamientos psicológicos a lo largo de la historia, como el amor, el enojo, la venganza, la felicidad.
Repasando hasta aquí.
Tienes tres tipos de espacios o ambientes, el físico, el social y el familiar, que son parte fundamental en la creación de un cuento, sin importar el subgénero al cual pertenezca.
Recuerda que hasta este momento se ha hablado de los siguientes elementos: el subgénero, el ambiente y espacio de tu cuento. Además, un cuento requiere otros elementos, como la época, los personajes y las acciones.
Ya tienes todo para afilar tu imaginación y crear un cuento en casa.
Ahora, crea el cuento, y como la sesión está centrada en los espacios y el ambiente, comienza por planear tu cuento respondiendo estas preguntas:
- ¿Qué emociones quieres transmitir con el cuento?
Por ejemplo, si será de amor, quizás quieras darle un toque cómico o tierno; o si será de terror, puedes añadirle un toque tenebroso. - ¿Cómo caracterizarás a los personajes?
Quizás se trate de un vampiro que vive solo y quiere hacer amigos, o bien una persona que se volvió loca de amor y por eso persigue a las parejas. - ¿Dónde se desarrollará la historia?
Puede ser en ambientes cerrados como castillos, donde vive el vampiro solitario, o abiertos, como un parque donde se encuentra la persona enamorada. - ¿En qué época?
Quizás el vampiro viva en la época actual y tiene redes sociales, o puede ser que la persona enamorada haya vivido hace 200 años. - ¿En qué tiempo?
La historia puede desarrollarse en el día, la noche, en la primavera, en invierno.
Si te das cuenta estas preguntas te permitirán de manera general y rápida determinar los ambientes de tu historia; por supuesto que el tema, argumento y trama del cuento jamás debes olvidarlos al momento de definir ambientes.
Ahora se te invita a que analices un cuento. Para ello, por favor traza una tabla como la siguiente para que la llenes, identificando los siguientes elementos de un cuento:
Tabla para identificar elementos de los cuentos
Ambiente: | |
Personajes: | |
Época: | |
Subgénero: |
Cuento:
“El vendedor de lluvias”,
de Héctor Hidalgo
La tienda se encontraba al fondo de una calle serpenteante escondida y sin salida, ubicada en la zona vieja de la ciudad. Era uno de esos lugares que sin buscarse se encuentran y cuando aparecen así, tan inesperadamente, se adueñan de la situación como si siempre hubieran estado entre nuestras preocupaciones.
En la vitrina había una gruesa pátina de polvo color ladrillo molido que también se pegaba en los frascos que exhibían una curiosa mercancía, y qué decir al interior de la tienda, parecía que por allí había pasado una tormenta de arena, como esas fabulosas del desierto del Sahara.
Antes de entrar, me volví a fijar en la frasquería de la vitrina: ¿qué podría significar esa extraña cantidad de frascos cubiertos con polvo viejo? ¿Por qué tenían esas etiquetitas escritas a mano y en su interior brumas azules, verdes, amarillas, rojas? ¿Por qué esas brumas se desplazaban como si lo hicieran de acuerdo a la acción de minúsculos vientos invisibles? Los frascos estaban llenos y sellados, a excepción de uno que se encontraba abierto y con su tapa en el piso de la vitrina.
Muy cerca del frasco vacío había un letrero donde se podía leer: “Vendo todo tipo de lluvias”.
En el interior de la tienda vi a un anciano sonriente, envuelto en un largo abrigo oscuro y con una bufanda enrollada hasta las orejas.
—¿Es verdad que vende lluvias? —dije como saludo, incrédulo. Pero también pensando en mi pueblo que sufría una sequía de meses.
—Lo estaba esperando. Como ya es tarde, después de atenderlo a usted, cerraré. ¿Cuánta lluvia necesita? Dígamelo de una vez, que para eso se requiere hacer un trabajo muy especial.
El cielo estaba arrebolado, con los tintes rojizos propios del atardecer y se apreciaba prácticamente despejado, como hacía tanto tiempo en todos estos lugares y también en mi pueblo.
“¿Esperando?”, pensé, “¿de dónde, si ni siquiera tenía la intención de llegar a este callejón sin salida?”
Pero como creo en los momentos mágicos, en esos instantes que surgen inesperadamente y que generan territorios nuevos por explorar, le respondí como si estuviera diciendo la cosa más natural del mundo:
—Necesito suficiente lluvia como para apagar la sed de mi pueblo, de los animales, de las plantas, en fin, de la gente…
—Sí. Ya lo sé. Todos andan en lo mismo. No se imagina cuánto trabajo he tenido últimamente.
El anciano se desprendió del abrigo y de la bufanda, ¡y me pareció tan delgado y con tantos años a cuestas! Enseguida se restregó los dedos e hizo un gesto como si hubiera pronunciado: “¡manos a la obra!”
Yo abrí tamaños ojos cuando vi que tomó una gran caja, y abriendo la puerta interior de la vitrina que daba a la calle, comenzó a tomar algunos de los frascos que allí se exhibían, mientras murmuraba entre dientes, como esas personas que están acostumbradas a vivir en soledad y hablan solas:
–Hum, lluvia intensa, restablecedora, recuperadora, ¡revitalizadora!
–Para ello tomaré este frasco que tiene una buena porción de nimbus. A propósito, ¿sabe qué significa nimbus?
—Ni idea —le dije un poco avergonzado de mi ignorancia.
—No hay problema. Nimbus en latín significa nube de precipitación. Se entiende, entonces, que le eche un frasco concentrado de nimbus, ¿verdad? Pero no solo eso necesita.
En la vitrina había tantos frascos recubiertos con ese polvo amarillento y también el que estaba vacío que antes me había llamado la atención.
Entonces, no resistí en avisarle al anciano, con la intención de advertirle que tal vez se le hubiera escapado alguno de sus vapores. Pero él con una sonrisa socarrona me dijo:
—Tranquilo, que allí duermo yo.
Después siguió seleccionando frascos y mientras lo hacía iba remarcando sus actos como si estuviera dictando la receta más sabrosa y exclusiva.
—También necesitará estratonimbus y aire caliente para formar cumulonimbos. Con ello tendrá la tormenta más hermosa, con truenos y relámpagos por añadidura; y este frasco con mucho viento norte; este otro con algo de sur y unos cuantos más con vientos cordilleranos que saben de historias de nieves, glaciares y del juguetón granizo; y, además, este otro, con un poco del cálido viento puelche que siempre avisa la llegada de la lluvia.
—¿Y qué más?
Mi pregunta debió haberle sonado tan absurda, pero quise asegurarme; es que estaba tan entusiasmado con todo eso de los vientos y las nubes.
El anciano sonrió mientras echaba los frascos en la caja y me pasaba la boleta de pago.
—¿Qué más? —repitió mi pregunta—, un paraguas, pues lo necesitará muy pronto. ¡Ah, se me olvidaba! Destape los frascos en el cerro más alto de su pueblo y después, a esperar los resultados.
Cuando en el cielo ya aparecían las primeras estrellas, salí de la tienda cargando una enorme caja. Tenía que apresurarme para tomar el último bus que me llevaría a mi pueblo. Mientras, sentía en mi pecho una emoción como las que experimenté siendo niño, cuando apresuré el sueño para despertar con la Navidad a la mañana siguiente, o cuando me instalé en el tren que me llevaría por primera vez a ver el mar, o cuando llegó mi padre con una canasta repleta con frutas, y, además, todos esos otros “cuando” que guardaba en mi alma como el mejor de los tesoros.
De pronto, no sé por qué se me ocurrió mirar hacía la tienda y juraría que un vapor azulino se metía en el frasco vacío, ese que estaba olvidado en un rincón de la vitrina, muy cerca de donde se encontraba el letrero que anunciaba la venta de lluvias.
Ahora que has leído este cuento, identificarás los elementos y a qué subgénero pertenece y lo anotarás en la tabla.
Así quedaría la tabla con los elementos del cuento.
Ambiente: | Exterior y cerrado, la tienda y el pueblo del protagonista. |
Personajes: | Vendedor de lluvias, comprador de lluvia. |
Época: | Puede situarse en la actualidad. |
Subgénero: | Cuento fantástico. |
Has concluido las actividades de la sesión. Recuerda que un escritor o cuentista debe considerar todos los elementos que viste, desde qué es un cuento y cómo son las características de este género literario, hasta los subgéneros de cada uno y la importancia de los espacios y ambientes para la realización de sus cuentos.
Para ampliar la información, puedes consultar en su libro de texto de Lengua Materna el aprendizaje esperado: “Escribe cuentos de un subgénero de su preferencia” y resolver las actividades dedicadas a “Desarrollar espacios y ambientes en la trama”.
Además, puedes apoyarte en tus libros de texto del resto de las asignaturas, como Ciencias, Geografía, Historia o Matemáticas, pues todas las ideas son útiles para la creación de cuentos, de acuerdo con los subgéneros.
El reto de hoy:
¡Ahora sí! Eres todo un experto y es momento de crear tu cuento. Recuerda que debe ser breve y contener todos los elementos que revisaste, dando importancia a cada uno. Piensa bien cómo vas a establecer tus ambientes y espacios. Una vez que tu cuento esté completo y te sientas satisfecho con él, compártanlo con tu profesora o profesor y compañeros.
¡Buen trabajo!
Gracias por tu esfuerzo.
Para saber más:
Lecturas
https://www.conaliteg.sep.gob.mx/