¿Dónde busco lo que digo?

¿Dónde busco lo que digo?

Aprendizaje esperado: recopila y comparte refranes, dichos y pregones populares.

Énfasis: definir y emplear fuentes escritas para consultar refranes, dichos y pregones.

¿Qué vamos a aprender?

Repasarás cómo y dónde puedes consultar refranes de manera escrita. Asimismo, los localizarás en textos literarios, para que los puedas entender mejor.

¿Qué hacemos?

En esta ocasión aprenderás a identificar refranes, dichos y pregones en fuentes escritas. Estas frases forman parte de la sabiduría popular y pueden ser utilizadas en una infinidad de situaciones cotidianas. Existen tantos refranes y dichos, y muy probablemente encontrarás los apropiados para muchísimos momentos de tu vida.

En esta sesión se revisarán esas frases sabias que fueron acuñadas hace mucho tiempo y que forman parte de la riquísima herencia cultural.

¿En todos los países tienen refranes, dichos y pregones?

Así es, los hay en todos los idiomas del mundo, porque las situaciones sobre las que éstos hablan son universales.

¿Tú has escuchado refranes en tu casa?, ¿Recurren a ellos con frecuencia?

Son muy útiles para comunicar una idea, dar un consejo u ofrecer y recibir un servicio.

¿Alguna vez has escuchado ese refrán que dice: “El que busca encuentra”?

No sólo se refiere al hecho de averiguar algo que se temía descubrir, sino también a la posibilidad de encontrar algo muy esperado. En esta sesión “se buscará para encontrar” fuentes escritas que contengan dichos, refranes y pregones.

Pero ¿los refranes, los dichos y los pregones son igualitos?

La respuesta es que es muy importante que conozcas las diferencias entre estos tres tipos de consejos populares. Cabe mencionar que, al transmitirse de persona en persona y de generación en generación, a través del tiempo pueden modificarse, aunque sea mínimamente.

Todos tienen una característica particular: son fáciles de recordar. Revisa las definiciones de refrán, dicho y pregón, en el siguiente video.

  1. Refranes dichos y pregones.

Del minuto 5:02 a 10:19

Con este video te quedará clara la diferencia entre refrán, dicho y pregón, pero ¿es posible encontrar ejemplos de estas expresiones en libros y demás fuentes impresas?

¡Claro! Incluso existen escritoras y escritores que han dejado testimonio de ellas a través sus obras literarias.

Ahora bien, para que puedas hacer tu compilación, es necesario saber dónde buscar; esta sesión está centrada precisamente, en fuentes escritas: libros, revistas e internet.

Pero antes, reflexiona.

  • ¿Alguna vez has buscado refranes, dichos y pregones?
  • ¿Sabes dónde buscarlos?
  • ¿Sabes qué fuentes escritas puedes consultar para su compilación?

Antes de reunir el material que necesitarás para crear tu compilación, ¿qué te parece si primero rastreas la antigüedad de los refranes, dichos y pregones en el español de México? Después se realizará la búsqueda en fuentes escritas.

Para iniciar se dirá que cada cultura tiene su propia manera de expresar parte de su sabiduría popular a través de proverbios, dichos y refranes, pero ¿cómo y cuándo es que éstos se crean?

Aunque cada una de estas frases populares surgió en alguna época, a partir de la cual comenzó a propagarse por medio de la repetición, no es posible determinar la fecha específica en la que se originó. El hecho de que se transmitan de generación en generación las somete a muchas variantes.

Se puede afirmar que los refranes que se encuentran en el léxico provienen de España y de algunas partes de Europa. Con la llegada de los españoles se mezcló la lengua de los conquistadores con las lenguas originarias del país, es decir, se dio una fusión cultural que modificó el habla. Las aportaciones extranjeras referentes a los refranes, dichos y pregones se quedaron en el país y se enriquecieron con la cultura de los pueblos indígenas.

Cabe mencionar que, en ocasiones, estas expresiones conllevan una historia implícita; por ejemplo, tú seguramente llegaste a escuchar el dicho: “Salvado por la campana” en el salón de clases. Si una maestra o maestro te invitaba a participar o te exigía la entrega de una tarea y en ese preciso instante tocaban el timbre para el cambio de clase o salida, no faltaba quien decía: “Te salvó la campana”.

La popularidad del dicho ha hecho que se generen diversos mitos sobre su origen; uno de ellos, desde luego, erróneo, remite a la existencia de campanas dentro de los ataúdes, mismas que podían ser usadas en caso de que, por error, alguien fuera enterrado vivo. Sin embargo, como ya se dijo, esta versión es falsa. El verdadero origen de la frase tiene que ver con el boxeo, en donde como sabes, se marca con una campana el final de cada round.

Pero ¿dónde se puede encontrar esta información?

Qué te parece si escuchas las voces del ayer, en donde se preguntó a varias personas, lo siguiente:

  • ¿Sabe algún dicho, refrán o pregón?, ¿cuál?
  • ¿Sabe qué significa?
  • ¿Quién se lo enseñó o dónde lo aprendió?
  • ¿Sabe dónde puede encontrar refranes, dichos y pregones en fuentes escritas?

Lee las respuestas que dieron alumnos de secundaria de primer grado.

Sí, sé el refrán que dice: “Dios aprieta, pero no ahorca”; significa que Dios no nos dará más cosas de las que no podamos soportar.

Mi abuela lo decía mucho cuando era niña, pues a veces no teníamos dinero para comer.

No sé en dónde, probablemente en internet.

Por supuesto que me sé varios, desde dichos y refranes hasta pregones. El que dice: “A darle que es mole de olla” significa que hay que hacer las cosas bien, rápidas y sin quejas.

Mi familia lo dice mucho. Cuando mi papá nos daba una orden, lo teníamos que hacer, y cuidado pusiéramos alguna cara.

En los refraneros o libros, ahí debe haber bastante información.

Sí, me sé el dicho que dice: “No des tu brazo a torcer”; significa que una persona debe tener carácter o debe ser firme con la decisión que haya tomado.

Mi mamá se lo dice a mi hermana cuando castiga a mi sobrina porque luego va a chillar con la intención de que le quite el castigo.

Hay libros que tienen refranes, dichos y hasta chistes, creo que los pueden consultar en una biblioteca o comprarlos.

Sí, conozco los pregones del ropavejero: “Colchones que vendan, ropa que vendan”.

Cuando alguien pasa gritando o con una música, se puede escuchar de fondo lo que ofrece al público; por ejemplo, cuando voy al mercado, los que venden, gritan. En este caso, el ropavejero pide que le vendan lo que ya no se necesita.

Cuando era niño, mi mamá me decía que, si no me portaba bien, me llevaría con el ropavejero o el señor del costal, eso me daba miedo y cada que lo escuchaba, me escondía.

Supongo que debe existir algo escrito o se copian las palabras de manera que todos las conocemos.

Como leíste y escuchaste, la mayoría de los entrevistados saben y conocen refranes, dichos y pregones, ya sea porque los han escuchado de personas mayores que los usaban en situaciones específicas o porque forman parte de la tradición oral propia del lugar donde viven; sin embargo, no identifican con certeza en qué fuentes escritas los pueden encontrar.

El primer tipo de texto donde puedes iniciar tu búsqueda son los llamados refraneros. ¿A qué te suena este nombre? Sí, precisamente son libros que resguardan entre sus páginas refranes de diversas temáticas. Existen refraneros modernos y otros más antiguos.

¿Sabes quién fue Gonzalo Correas?

Gonzalo Correas fue autor de un refranero clásico en español. Él nació en Jaraíz Vera, España, en el año 1571. En Salamanca estudió teología, latín, hebreo y griego; esa razón lo llevó a estudiar la lengua castellana, por lo que hizo aportaciones al vocabulario de refranes y frases proverbiales en el libro Vocabulario de refranes y frases proverbiales y otras fórmulas comunes de la lengua castellana en que van todos los impresos antes y otra gran copia.

Es importante mencionar que es uno de los libros más antiguos que versan sobre este tema, su valor es incalculable debido a que la mayoría de los refranes que se conocen hoy en día datan de esa época; además, al consultar este libro, puedes conocer otros refranes que quizás ya estén en desuso. Pero ¿es fácil conseguirlo o hay que zambullirse en alguna librería donde venden volúmenes antiguos?

Una buena noticia es que este libro lo puedes encontrar en internet.

Al asentar por escrito esta información, los refraneros permiten echar un vistazo a las costumbres de las sociedades que los engendraron, a los enfoques políticos y a la visión religiosa de la época a la que pertenecen. Si no se contará con esos invaluables testimonios, se hubiera perdido en el tiempo un material altamente significativo.

Debido a que los refranes, dichos y pregones no siempre tienen un autor, se recopilaba la información, y las personas como Gonzalo Correas se encargaban de transcribirla para hacerla perdurar en la sociedad y en el tiempo.

Para poder consultar este refranero, puedes buscarlo en internet o, si hay condiciones seguras, puedes asistir a una biblioteca. Para ello:

  • Coloca el título de la obra en el buscador, en este caso será: Vocabulario de refranes y frases y otras fórmulas comunes de la lengua castellana en que van todos los impresos antes y otra gran copia.
  • Verifica que el autor sea Gonzalo Correas.
  • Si estás en internet, probablemente encuentres el libro en formato PDF, así que podrás descargarlo.
  • Si estás en una biblioteca, verifica si puedes solicitar el libro en préstamo a domicilio. En caso de ser de uso interno, puedes solicitar fotocopiar algunas páginas, o bien sacar fotos con algún dispositivo digital.

Ahora tienes la compilación más antigua de refranes, la cual podrás utilizar para ensamblar tu propia colección de refranes, dichos y pregones.

“Para muestra un botón”, dice el dicho, así que, a continuación, se presentará un refrán contenido en este maravilloso refranero. El cual se interpretará y se buscará equivalentes de refranes actuales.

El refrán es: “A Azuaga por aceite y a La Granja por naranja”.

Fíjate que Azuaga y La Granja están escritos con mayúscula inicial. Esto es porque son nombres de dos ciudades en Extremadura, España. La clave para entender este refrán está en que en estas ciudades antiguamente no se encontraba ni aceite ni naranjas.

Por lo tanto. ¿Cuál sería su equivalente moderno?

  1. No le busques tres pies al gato.
  2. Echar la casa por la ventana.
  3. Consultar algo con la almohada.

La respuesta correcta es la a. Es imposible pedirle algo a alguien cuando sabes de antemano que no lo va a lograr, o simplemente no se puede pedir algo que no se puede hacer. Sería como buscarle tres pies al gato, sabiendo que tiene cuatro. Como dato curioso, Correas hace alusión en casi todos los refranes a los gatos.

Otro escritor perteneciente a la misma época es Melchor de Santa Cruz, nacido en Toledo, España, y es reconocido por ser el autor de la miscelánea popular: “Floresta española, de apotegmas, o sentencias, sabia y graciosamente dichas, de algunos españoles”, escrita en 1574. Hay que recordar que no sólo llevan como nombre refranes, pues en la antigüedad también se les llamaba aforismos, proverbios o sentencias.

Nuevamente, se te invita a que busques este refranero, ya sea en bibliotecas o internet. Para ello, bastará con seguir los pasos que se mencionaron anteriormente. Se espera que puedas encontrarlo, pues tendrás un libro que no sólo contiene refranes o dichos, sino también chistes, anécdotas y cuentos cortos que podrás consultar para tu compilación.

Probablemente el lenguaje no sea tan fácil de comprender debido a la época en la que se escribió; puedes consultar el Diccionario de la Lengua Española para entenderlo mejor.

Gracias a la tecnología con la que se cuenta hoy en día, universidades e instituciones dedicadas al estudio de la lengua ponen al alcance de todos bases de datos que recopilan refranes y dichos clasificados por temas, no sólo en español, sino de otras lenguas del mundo, tanto modernos como antiguos. Si tienes la posibilidad de consultar estas bases de datos, no dudes en hacerlo.

De una de estas bases se tomó el siguiente refrán: “A la noche y con aguacero no es bueno traer sombrero”.

Este refrán hace alusión a la meteorología, pero para poder entenderlo tendrías que estar familiarizado con los barcos antiguos y con la navegación en altamar.

¿Cuál crees que es el “sombrero” del barco?

La respuesta es las velas, las cuales ayudan a mover al barco por la fuerza del viento. Imagínate que, en plena tormenta, en la noche, con fuertes vientos, a la tripulación se le ocurriera tender las velas extendidas, probablemente el barco estaría a merced de las fuertes ráfagas y de la mar agitada. Por ello, se solía decir que: “A la noche y con aguacero no es bueno traer sombrero”.

No es común escuchar este refrán en la cotidianidad, por lo tanto, se podría decir que es un refrán en desuso. Si no lo hubieran registrado en un texto escrito, probablemente se hubiera perdido en el olvido.

Así es. Esta es una razón más para valorar las fuentes escritas. Hasta este momento has explorado fuentes escritas, como refraneros, ahora se revisará una fuente más: las obras literarias.

Por ejemplo, el libro de Miguel de Cervantes Saavedra, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Como dato curioso, este libro tiene más de 381 104 palabras y es una gran fuente para obtener dichos o proverbios, pues muchos refranes de amplio uso aún en estos días se pueden encontrar en esta novela. Si ya has leído el libro, notarás que quien ahonda más en el tema es Sancho Panza. Ahora se citarán algunos ejemplos.

“Al buen entendedor, pocas palabras.”
Significado: una persona que sabe observar y escuchar bien, no necesita que le digan las cosas dos veces.
  “Al buen pagador, no le duelen las prendas.”
Significado: explica que, si una persona hace lo que debe, no le importa proporcionar una garantía.
El refrán hace alusión al poder de las palabras: no es necesario mencionar tantas para que se entienda un mensaje.   Este refrán se refiere a que una persona que está segura de poder cumplir con sus responsabilidades no teme ofrecer una garantía para asegurar la fiabilidad de su palabra.

Pero ¿es cierto que Miguel de Cervantes Saavedra escribió su novela mientras estaba en la cárcel, debido a que fue injustamente castigado al negarse a pagar los excesivos impuestos que se recaudaron para costear la Armada Invencible?

Es cierto. Además, la novela no sólo cuenta con una parte, sino con dos. Es un libro que ha tenido más de 500 millones de copias y es, sin duda, una de las obras cumbre escritas en lengua española.

Otra novela que aporta refranes es El Periquillo Sarniento; esta obra clásica data de 1816 y fue escrita por el mexicano José Joaquín Fernández de Lizardi. Reflexiona y lee algunos fragmentos sobre los modismos que vienen en esta novela.

“Acercarse a todo trapo.”
Significado: sin temor y rápidamente.
  “Cuajar un rato.”
Significado: charlar por un buen rato.
El primer refrán se refiere a que se debe hacer algo a toda prisa.   El segundo simboliza cuando alguien se queda platicando durante un buen rato.

Probablemente algunos de los refranes y dichos mencionados los has leído en las obras de diversos escritores mexicanos de los siglos XIX, XX y XXI: José Tomás de Cuéllar, en Baile y cochino; Agustín Yáñez, en Ojerosa y pintada, y Armando Ramírez, en varias de sus obras que tienen como escenario el célebre barrio de Tepito, en la Ciudad de México.

Por último, no se puede dejar de lado los estudios académicos sobre refranes, dichos y pregones. Varios investigadores, especialistas en literatura, etnografía, antropología, sociología, historia y otras disciplinas, tanto mexicanos como de otros países, han basado su obra en el estudio de los refranes, de los dichos y los pregones. En sus artículos académicos ellos suelen tener recopilaciones que a veces incluyen en apéndices de sus trabajos de investigación.

Para acceder a estos estudios académicos, explora los repositorios digitales de las universidades públicas y centros de investigación del país. Otra manera es explorar los catálogos digitales de los sistemas bibliotecarios de estas mismas instituciones. Asimismo, puedes recurrir a los buscadores académicos.

Para acceder a ellos, en la barra de navegación de tu explorador de internet pon las palabras “buscador académico”. El buscador te arrojará entre los primeros resultados

sitios de buscadores académicos. Da clic para entrar a la página y ya que estés ahí, escribe: “refranes”, “dichos” o “pregones”. Es recomendable añadir el origen o el periodo; por ejemplo, “refranes siglo XX” o “pregones mexicanos”, para ayudar a precisar la búsqueda. Así, el buscador te dará acceso a diversos trabajos académicos donde puedes conseguir diversos refranes, dichos y pregones. Después de este repaso por fuentes escritas, ¿ya sabes cuáles consultarás para conformar tu compilación de refranes, dichos y pregones?

Para ello, se te aconseja que explores fuentes escritas y selecciones algunos refranes, dichos y pregones. Léelos y elije los que incluirás en tu compilación. Y no olvides indicar la referencia bibliográfica.

Ahora, se recapitulará lo visto en esta sesión.

Recordaste las definiciones de refrán, dicho y pregón, considerando que cada uno tiene sus propios elementos y características que los hacen únicos; además, se mencionó que cada pueblo tiene distinta cultura que conlleva su forma de expresarse y su manera de usar los refranes, dependiendo del contexto y sus costumbres; escuchaste y leíste la opinión de varias personas, las cuales mencionaron su conocimiento sobre los refranes, los dichos y pregones; exploraste y realizaste paso a paso la búsqueda de información en fuentes escritas; se ejemplificó con libros recomendados para la compilación de tu trabajo, refranes y dichos, así como la recomendación de libros para los pregones. Y finalmente, aprendiste que no sólo se conocen de esa manera, también se les llama sentencias, aforismos o proverbios.

Recuerda que el fomento de la escritura es importante, pues gracias a ella se puede preservar la cultura, costumbres y conocimiento para las generaciones venideras. Es parte del patrimonio cultural.

Has concluido la sesión del día de hoy.

El reto de hoy:

Revisa en tu libro de texto el aprendizaje esperado: “Recopila y comparte refranes, dichos y pregones populares”, ubica la sección dedicada a explorar fuentes escritas y realiza las actividades que se te proponen. También, para ampliar la información, puedes buscar en internet.

¡Buen trabajo!

Gracias por tu esfuerzo.

Para saber más:

Lecturas

https://www.conaliteg.sep.gob.mx/

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