Creando espacios a través del tiempo
Creando espacios a través del tiempo
Aprendizaje esperado: adapta una narración a un guion de teatro.
Énfasis: analizar espacios y tiempos para una adaptación.
¿Qué vamos a aprender?
En esta sesión trabajarás el aprendizaje esperado: adapta una narración a un guion de teatro, poniendo énfasis en: analizar espacios y tiempos para una adaptación. Entrarás así en el mágico y maravilloso mundo del teatro, por medio de tu imaginación y creatividad.
¿Qué hacemos?
Para iniciar observa la siguiente imagen de una obra de teatro.
Si te fijas en la imagen, tiene una ambientación europea, mira las cortinas y los vestuarios. ¡Cuánta creatividad!
El mundo del teatro es mágico, todo lo que rodea a una representación teatral es ilimitado. El actor puede representar cualquier papel; puede aparecer en diferentes lugares y países; puede pertenecer a cualquier clase social. No existe emoción o ambiente que no pueda ser creado en un guion teatral. ¿No lo crees?
El actor presta su cuerpo al personaje y crea su apariencia; es decir, si es viejo, si tiene manchas en la cara; al igual que el carácter del personaje, si es una persona amargada o siempre está feliz, si es nostálgica, etc.
Estas son características que sirven también para marcar de qué espacio, ambientación y tiempo se esta hablando en una obra teatral. Y justo son estos dos elementos a los que se dará énfasis en esta sesión y que son de suma importancia para realizar la adaptación de una obra narrativa a texto teatral: el tiempo y el espacio.
Y aprovechando la imagen, hay que explorar algunos elementos:
¿Qué detalles del escenario puedes observar?
Por ejemplo hay un teléfono viejo, un sillón, algunas sillas, unas cortinas pesadas y una vieja carpeta sobre uno de los muebles.
¿Qué tal la iluminación? ¿Qué efecto causa?
Tiene un fondo negro y una iluminación tenue. Es como si fuera de noche. Tal vez la historia se desarrolla en la habitación de una casa.
¿En qué época o contexto social se desarrollan las acciones?
La respuesta es, en una época pasada, por la vestimenta de los actores y actrices, y por el tipo de muebles y la decoración.
¿Qué ambientes se pueden crear con el manejo del tiempo y del espacio?
Seguramente, en la historia hay misterio y cosas por resolver.
¿Cómo son tus respuestas, similares a las que leíste o difieren?
Si te das cuenta, las obras de teatro recrean el tiempo y espacio de la historia usando elementos visuales, como la escenografía, la iluminación y el vestuario.
Prácticamente cualquier espacio y tiempo se puede recrear.
Antes de planear la puesta en escena, las personas leen y estudian la obra que representarán para encontrar información sobre el espacio y el tiempo.
Por ejemplo, la imagen de la obra de teatro, es sobre una obra de la escritora Agatha Christie titulada La ratonera. Es una historia de misterio, donde hay que descubrir cosas, al inicio de esta obra se indica: “la sala principal de Monkswell Manor. La tarde está ya muy avanzada”, o también “un gran sillón de cuero a la derecha y una butaca pequeña de estilo victoriano más cerca del público son anticuados y están gastados”.
Como ves, no inventaron la escenografía de la nada, obtuvieron información de la misma obra.
¿Y quién decidió y escribió esa información?
La o el dramaturgo, es decir, quien escribió la obra.
Entonces ¿tú podrías escribir tu propia obra de teatro para que también sea puesta en escena?
Así es. Pero, se dará un giro a esta idea; la propuesta es adaptar un texto narrativo, como un cuento, una novela o una leyenda, al teatro.
Hay que iniciar.
¿Tienes alguna historia favorita que te gustaría adaptar?
Por ejemplo, el cuento de Horacio Quiroga: “El almohadón de plumas”.
¿Qué te parece si con esa historia se muestra cómo hacer la adaptación del tiempo y lugar de un texto narrativo a uno dramático?
Es momento de que te pongas cómodo y de disfrutar de este cuento, que dice así:
Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de su marido heló sus soñadas niñerías de novia. Lo quería mucho, sin embargo, a veces con un ligero estremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán, mudo desde hacía una hora. Él, por su parte, la amaba profundamente, sin darlo a conocer.
Durante tres meses —se habían casado en abril— vivieron una dicha especial. Sin duda, hubiera ella deseado menos severidad en ese rígido cielo de amor, más expansiva e incauta ternura; pero el impasible semblante de su marido la contenía siempre.
La casa en que vivían influía un poco en sus estremecimientos. La blancura del patio silencioso —frisos, columnas y estatuas de mármol— producía una otoñal impresión de palacio encantado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el más leve rasguño en las altas paredes, afirmaba aquella sensación de desapacible frío. Al cruzar de una pieza a otra, los pasos hallaban eco en toda la casa, como si un largo abandono hubiera sensibilizado su resonancia.
Empieza bien el cuento, ¿no es así?, ¿Pusiste atención en las descripciones del lugar donde se desarrolla la historia?, ¿Dónde es?
Se desarrolla en una casa y por la manera como la describen, es una casa con un ambiente frío, tanto por el esposo que es muy seco en sus emociones y la manera como está construida, como por la poca convivencia entre los que viven en ella.
Se acaba de describir lo que los estudiosos llaman el “espacio físico” del cuento. El espacio físico es el lugar concreto donde se desarrollan los hechos. Por ejemplo: una casa, una ciudad, un bosque, etc. Éste puede ir cambiando a medida que la historia avanza, ya que los personajes pueden trasladarse a distintos lugares.
Pero si te das cuenta, también se menciona que la casa es fría. Ése es el ambiente psicológico. Se refiere a la atmósfera emocional que rodea los hechos; por ejemplo, en un cuento de terror el ambiente psicológico será de miedo o de angustia. En este espacio se marca el estado de ánimo del personaje, y también se va modificando conforme avanza la historia.
Y, finalmente, está el ambiente social, que se entiende como el espacio sociocultural y económico de los personajes; éste va a influir en las costumbres, formas de relacionarse y acciones llevadas a cabo por los personajes; este ambiente se reconoce por cómo viven.
Si te fijas el matrimonio pertenece a una clase social alta. Gracias al buen empleo que tiene el esposo, la esposa se dedica a trabajar desde su hogar, los dos están muy ocupados y descuidan sus lazos afectivos.
Hasta este punto se ha descrito el espacio del cuento.
Pero ¿cuándo se pasará a adaptarlo para una obra de teatro?
¿Recuerdas que, al inicio de la sesión, se mencionó que la escritora Agatha Christie había descrito el lugar donde pasaría la historia?
Lo mismo harás tú. Por ejemplo, ¿cómo describirías la casa como para que futuros dramaturgos que quieran representar tu obra la pudieran recrear en el escenario?
Tal vez, pondrías: una habitación de una casa, con paredes blancas, columnas blancas, pocos muebles y discretos. Con esos elementos es posible recrear la atmósfera fría.
Ahora, se continuará con la narración, quizás sea obvio que el estado de ánimo de Alicia se va minando por el encierro y la desatención. Llega a una depresión en la que se la pasa durmiendo la mayor parte del día.
Continua con otro fragmento de la narración original:
En ese extraño nido de amor, Alicia pasó todo el otoño. No obstante, había concluido por echar un velo sobre sus antiguos sueños, y aún vivía dormida en la casa hostil, sin querer pensar en nada hasta que llegaba su marido.
No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza que se arrastró insidiosamente días y días; Alicia no se reponía nunca. Al fin, una tarde pudo salir al jardín apoyada en el brazo de él. Miraba indiferente a uno y otro lado. De pronto Jordán, con honda ternura, le pasó la mano por la cabeza, y Alicia rompió en seguida en sollozos, echándole los brazos al cuello. Lloró largamente todo su espanto callado, redoblando el llanto a la menor tentativa de caricia. Luego los sollozos fueron retardándose, y aún quedó largo rato escondida en su cuello, sin moverse ni decir una palabra.
Fue ese el último día que Alicia estuvo levantada. Al día siguiente amaneció desvanecida. El médico de Jordán la examinó con suma atención, ordenándole calma y descanso absoluto.
—No sé —le dijo a Jordán en la puerta de calle, con la voz todavía baja— tiene una gran debilidad que no me explico, y sin vómitos, nada. Si mañana se despierta como hoy, llámeme enseguida.
¡Pobre de la esposa! ¿De qué estará enferma?
Hasta aquí la lectura.
Como te darás cuenta, ya cambió el lugar, o más bien el cuento especifica que no es en toda la casa, sino en la recámara donde se van a desarrollar los hechos.
En ese sentido, ¿tendrías que cambiar toda tu descripción?
No, sólo habrá que especificarlo en tu descripción. ¿Cómo lo harías?
Quizás podrías poner la recámara de la casa, con paredes blancas, una cama matrimonial, pocos muebles y discretos, cortinas pesadas y cerradas. Además, podrías añadir otro espacio, el jardín.
Los estados de ánimo de la esposa se verán reforzados por el uso de efectos sonoros y la iluminación. Claro que no puedes desatender la apariencia física de Alicia, con cambios de vestuario y el maquillaje.
Con tu descripción, recreas un espacio nostálgico, triste y sin esperanza.
Continua con la narración.
Al otro día Alicia seguía peor. Hubo consulta. Constatándose una anemia de marcha agudísima, completamente inexplicable. Alicia no tuvo más desmayos, pero se iba visiblemente a la muerte. Todo el día el dormitorio estaba con las luces prendidas y en pleno silencio. Pasábanse horas sin oír el menor ruido. Alicia dormitaba. Jordán vivía casi en la sala, también con toda la luz encendida. Paseábase sin cesar de un extremo a otro, con incansable obstinación. La alfombra ahogaba sus pesos. A ratos entraba en el dormitorio y proseguía su mudo vaivén a lo largo de la cama, mirando a su mujer cada vez que caminaba en su dirección.
Pronto Alicia comenzó a tener alucinaciones, confusas y flotantes al principio, y que descendieron luego a ras del suelo. La joven, con los ojos desmesuradamente abiertos, no hacía sino mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldo de la cama. Una noche se quedó de repente mirando fijamente. Al rato abrió la boca para gritar, y sus narices y labios se perlaron de sudor.
—¡Jordán! ¡Jordán! —clamó, rígida de espanto, sin dejar de mirar la alfombra.
Jordán corrió al dormitorio, y al verlo aparecer Alicia dio un alarido de horror.
—¡Soy yo, Alicia, soy yo!
Alicia lo miró con extravió, miró la alfombra, volvió a mirarlo, y después de largo rato de estupefacta confrontación, se serenó. Sonrió y tomó entre las suyas la mano de su marido, acariciándola temblando.
Hasta aquí la lectura.
Tal vez pienses que no es anemia, y que algo raro le pasa a la protagonista, y como te habrás dado cuenta, la historia acaba de mencionar que había luz eléctrica.
Ese dato te permite reconocer la época en la que se desarrolla la historia. Considera que menciona que el doctor iba a la casa, una práctica común en el siglo pasado.
Ahora, hay que revisar el tiempo. Si recuerdas, en la historia, pasaron días en el deterioro de la situación. Sin embargo, una obra teatral puede durar de hora y media a dos horas; a este tiempo se le llama tiempo cronológico; y a los meses que transcurren desde que Alicia y Jordán se casan hasta el desenlace se le llama tiempo escénico.
¿Cómo reflejarías el tiempo y época en tu adaptación?
Quizás, la época la representarías con vestuario propio de principios del siglo XX; también debes cuidar que en los diálogos no se usen términos y expresiones modernas. Y el tiempo se puede manejar con la iluminación, efectos sonoros y con expresiones en los diálogos, como “ayer por la mañana”.
Anótalo para que no se te olvide. Sigue con la lectura:
Alicia fue extinguiéndose en su delirio de anemia, agravado de tarde, pero que remitía siempre en las primeras horas. Durante el día no avanzaba su enfermedad, pero cada mañana amanecía lívida, en síncope casi. Parecía que únicamente de noche se le fuera la vida en nuevas alas de sangre. Tenía siempre al despertar la sensación de estar desplomada en la cama con un millón de kilos encima. Desde el tercer día este hundimiento no la abandonó más. Apenas podía mover la cabeza. No quiso que le tocaran la cama, ni aún que le arreglaran el almohadón. Sus terrores crepusculares avanzaron en forma de monstruos que se arrastraban hasta la cama y trepaban dificultosamente por la colcha.
Perdió luego el conocimiento. Los dos días finales deliró sin cesar a media voz. Las luces continuaban fúnebremente encendidas en el dormitorio y la sala. En el silencio agónico de la casa, no se oía más que el delirio monótono que salía de la cama, y el rumor ahogado de los eternos pasos de Jordán.
Murió, por fin. La sirvienta, que entró después a deshacer la cama, sola ya, miró un rato extrañada el almohadón.
—¡Señor! —llamó a Jordán en voz baja—. En el almohadón hay manchas que parecen de sangre.
Jordán se acercó rápidamente y se dobló a su vez. Efectivamente, sobre la funda, a ambos lados del hueco que había dejado la cabeza de Alicia, se veían manchitas oscuras.
—Parecen picaduras —murmuró la sirvienta después de un rato de inmóvil observación.
—Levántelo a la luz —le dijo Jordán.
La sirvienta lo levantó, pero enseguida lo dejó caer, y se quedó mirando a aquél, lívida y temblando. Sin saber por qué, Jordán sintió que los cabellos se le erizaban.
—¿Qué hay? —murmuró con la voz ronca.
—Pesa mucho —articuló la sirvienta, sin dejar de temblar.
Jordán lo levantó; pesaba extraordinariamente. Salieron con él, y sobre la mesa del comedor Jordán cortó funda y envoltura de un tajo. Las plumas superiores volaron, y la sirvienta dio un grito de horror con toda la boca abierta, llevándose las manos crispadas a los bandos: —sobre el fondo, entre las plumas, moviendo lentamente las patas velludas, había un animal monstruoso, una bola viviente y viscosa. Estaba tan hinchado que apenas se le pronunciaba la boca.
Noche a noche, desde que Alicia había caído en cama, había aplicado sigilosamente su boca —su trompa, mejor dicho— a las sienes de aquélla, chupándole la sangre. La picadura era casi imperceptible. La remoción diaria del almohadón había impedido sin duda su desarrollo, pero desde que la joven no pudo moverse, la succión fue vertiginosa. En cinco días, en cinco noches, había vaciado a Alicia.
Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio habitual, llegan a adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. La sangre humana parece serles particularmente favorable, y no es raro hallarlos en los almohadones de pluma.
Hasta aquí uno de los cuentos más leídos de Horacio Quiroga. Fíjate cómo puede volar tanto la imaginación.
¡Qué historia tan más perturbadora! Te imaginas el horror al ver a la criatura esa.
No debe ser para menos, esto y más puede lograrse por los actores, dentro de una adaptación a un guion teatral. Entrando en el análisis del espacio y el tiempo y utilizando todos los recursos teatrales posibles para proyectar ideas.
Pero ¿cómo va quedando tu primer borrador para adaptar el tiempo y espacio del cuento a obra de teatro? Conoce un ejemplo que realizo una de tus compañeras.
Espacio 1: | Recámara de la casa, paredes blancas, una cama matrimonial, pocos y discretos muebles, cortinas pesadas y cerradas. |
Espacio 2: | El jardín de la casa. |
Los estados de ánimo de la esposa se verán reforzados por el uso de efectos sonoros y la iluminación. | |
La apariencia física de Alicia se representará con cambios de vestuario y maquillaje. | |
Época: | Principios del siglo pasado; usar vestuario y objetos propios de esos años. En los diálogos evitar usar términos y expresiones modernas. |
Tiempo: | Manejar efectos sonoros con la iluminación y con expresiones en los diálogos, como “ayer por la mañana”. |
¿Identificaste cómo todos estos elementos los puedes ir adaptando como mejor te parezca, sin dejar de lado el contenido original del cuento?
Así que, hay que fijarse muy bien al leer y además es muy importante visualizar todos los cambios que puedes llevar a cabo para crear una nueva adaptación de la obra.
Así es, como buen lector debes usar tu creatividad para recrear, al escribir tu guion, espacios y ambientes que te hagan sentir emociones. Un buen escritor lo logra haciendo que el espectador sienta y viva la trama; y en la adaptación de un guion teatral esto es fundamental.
Todos estos datos también se encuentran en el texto narrativo, cuando el autor hace la descripción de lugares, costumbres, formas de vestir y menciona fechas que hacen referencia a una época específica. Y también pueden ser modificados si así lo deseas.
Puedes tener la completa libertad de jugar con el espacio de diversas maneras, sin limitarte; creando escenarios, ambientes y situaciones inimaginables; abriendo tu panorama a distintas épocas, costumbres y formas de vida.
¿Te das cuenta por qué se dice que el mundo del teatro es mágico y es una experiencia de aprendizaje de las más completas?
Así es, como también de que el espacio puede ser revestido con la escenografía, que es el conjunto de los siguientes elementos: el decorado, la iluminación, los sonidos y la música, sumamente necesarios para ambientar y crear atmósferas en una representación.
Ahí tienes, por ejemplo, los vestuarios de época, que son muy vistosos, y que en conjunto con el maquillaje hacen que el actor luzca y llene el escenario con su presencia. Otro elemento que no puede faltar son los sonidos, dentro de los cuales encuentras la música incidental y los efectos sonoros.
Bien, lograste concretar y ejemplificar los elementos más importantes dentro del análisis del espacio y el tiempo en la adaptación de un guion teatral.
Para concluir con esta sesión comenta tus dudas con tu profesor o profesora de esta asignatura; así como buscar en tu libro de texto lo referente a este tema. No olvides que también puedes consultar páginas electrónicas, revisando que se traten de fuentes confiables.
El reto de hoy:
En estos momentos que debes permanecer en casa, puedes crear y recrear. Así que, después de leer alguna narración de tu preferencia, toma tu cuaderno y adapta un guion teatral para que lo compartas con tus compañeros, familiares y amigos.
¡Buen trabajo!
Gracias por tu esfuerzo.
Para saber más:
Lecturas