Valores de dos épocas
Valores de dos épocas
Aprendizaje esperado: infiere algunas características del Renacimiento a partir del análisis de una obra literaria.
Énfasis: detectar transformaciones entre los valores del Renacimiento y la época actual.
¿Qué vamos a aprender?
Recuerda tener a la mano tu cuaderno, un bolígrafo o lápiz y su libro de texto.
Recuerda que todo lo que aprendas en esta sesión tiene la finalidad de ampliar tu conocimiento; por ello, es importante que tomes nota de todo aquello que te parezca importante, así como tus dudas e inquietudes. Muchas de éstas las podrás resolver mediante la consulta de tu libro de texto y preguntándole a tu maestra o maestro.
¿Alguna vez has escuchado la expresión: “es un hombre, o una mujer, del Renacimiento”? a propósito del tema central, esta frase se utiliza para describir a una persona con dominio intelectual y gran interés en múltiples áreas del conocimiento.
Por cierto, a quien se conoce como el modelo del hombre del Renacimiento es al pintor, anatomista, arquitecto, paleontólogo, botánico, científico, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, urbanista, músico, poeta, escritor y artista, Leonardo Da Vinci.
Pero ¿qué hubo detrás de este gran movimiento?, ¿cuáles son los antecedentes socioculturales del Renacimiento?
Para llegar al Renacimiento puedes destacar varios aspectos que, en conjunto, venían desarrollándose desde la Baja Edad Media, es decir, aproximadamente entre los siglos XIII al XV.
Uno de ellos fue la crisis que generó la peste negra durante el siglo XIV. La muerte de una notable cantidad de la población europea provocó que la gente emigrara del campo hacia la ciudad, quedando las tierras sin trabajadores y baldías y, a su vez, desbaratando el sistema feudal característico del medievo. Es aquí donde comienza la transformación hacia el capitalismo.
Otro aspecto es el fin del Imperio bizantino, con la caída de Constantinopla (en 1453), que había estado en guerra durante más de 200 años contra los otomanos. Esta situación de conflicto provocó que muchos de los estudiosos bizantinos emigraran hacia Italia; ello justifica que el Renacimiento haya florecido en este país. Estos sabios bizantinos llevaban el conocimiento de los textos griegos.
En las relaciones políticas de los diferentes países europeos, Italia no era el país unificado que conoces en la actualidad, pues tenía diversos estados: los estados papales, Venecia, Florencia y Milán.
La desigualdad entre la aristocracia del lado urbano y toda la gente que llegó del campo creó conflictos al inicio, pero también dio paso al mecenazgo.
El mecenazgo es la práctica en la que alguien adinerado ayudaba económicamente a jóvenes con talento artístico.
Por otro lado, en España se concluye el proceso de Reconquista, después de haber sido ocupada por los árabes durante 700 años. El fin de este proceso se consolidó gracias a la unión de las coronas de Castilla y Aragón con el matrimonio entre Isabel la Católica y Fernando de Aragón, pues este fortificó al país y sentó las bases para convertirse en el Imperio español durante el siglo XVI.
La caída de Constantinopla cortó el flujo comercial terrestre que había hacia oriente, lo cual obligó a los navegantes portugueses y españoles a buscar rutas diferentes de comercio. Los portugueses fueron hacia el sur (la zona de África), y los españoles llegaron a América en 1492.
¿Qué hacemos?
La sociedad no se transformó de un día para otro, ¿qué aspectos sociales y culturales fueron cambiando entre los siglos XV y XVII?
Observa el siguiente esquema para poder enlistar esos aspectos.
El primero de ellos es la urbanización, pues se tiene el fenómeno de la emigración de la gente rural que se dedicaba a trabajar las tierras hacia las ciudades.
El segundo aspecto es el nacimiento de la burguesía, un nuevo estrato social que fue tomando fuerza debido al desarrollo del comercio.
En tercer lugar, se tiene el papel que desempeñó el arte en este proceso de transformación. Y se debió, justamente, al mecenazgo, el apoyo de los comerciantes y banqueros a los artistas, en particular, el practicado en lugares como Italia, Francia o España.
En el aspecto religioso se puede destacar una serie de procesos que terminan fragmentando la unicidad religiosa de Europa Occidental y que dan pie a la llamada Reforma. Cabe señalar que, hasta ese momento, el sistema de creencias y la visión del mundo eran idénticos. En esta época, poco a poco ambos comienzan a divergir.
Y esto provocó una serie de guerras por motivos religiosos, con un componente político incluido, que asolaría a Europa durante el siguiente siglo y medio.
Por otro lado, el descubrimiento de América desató en Europa muchas inquietudes. La nueva realidad dio pie a explorar, conocer y aprender.
Fue por eso por lo que se desarrolló tanto la ciencia, porque los estudiosos querían buscar una explicación desde la razón para todo.
Por último, cabe señalar que el conocimiento de muchos temas se da mediante el arte, permitiendo que la gente tuviera un acercamiento constante y práctico.
Respecto al tema se tienen algunas preguntas que plantearon varios alumnos.
Escucha la pregunta de la alumna Luna.
- Luna Pregunta 1
https://youtu.be/CVBnhnPM2uo
(del min. 9.06 al 9.12)
Se puede empezar por mencionar el valor del humanismo, que tenía como virtudes la armonía, la justicia y la belleza; esa visión del cosmos pasó a través de los estudiosos desde la herencia bizantina al Renacimiento.
Los nobles y los clérigos, al recibir una educación formal, aprendían sobre la mitología del mundo grecolatino y de la Antigüedad, y el resto de la población recibía estos conocimientos a través del arte, pues lo veían en las esculturas y pinturas.
Recuerda que el arte era esencialmente decorativo y que muchas de las obras, pictóricas, arquitectónicas o literarias se hacían por encargo; tenían un patrocinador, un mecenas.
Los artistas retoman todo este conocimiento sobre los clásicos y lo plasman en sus obras. Y aunque la gente no supiera leer, al mirar las pinturas o las esculturas, por ejemplo, o al escuchar los relatos, absorbía estos mitos y se los apropiaba.
Un ejemplo interesante es el mito de Apolo y Dafne.
Es una corona hecha de hojitas de alguna hierba de las que se usan para cocinar, es de hierbas, es una corona de laurel.
Cuenta la historia que Apolo, tras acabar con el monstruo Pitón con su arco y flechas, se burló de Cupido por usar un arco y su apariencia infantil.
Cupido, ofendido, flechó al dios de la música y las artes con una flecha de oro y a la ninfa Dafne, hija de Peneo, el dios del río, con una flecha de plomo. Apolo se enamoró perdidamente de la ninfa, pero Dafne sintió una profunda repulsión por Apolo.
Dafne corrió para huir de Apolo y el dios la persiguió incansablemente hasta que la ninfa pidió ayuda a su padre para escapar. El dios del río la transformó en un árbol, en un laurel. Apolo, con el corazón roto, decidió que el laurel sería su símbolo y que una corona de laurel sería el símbolo de triunfo para los guerreros o deportistas.
¿Conoces alguna escultura que muestre a un personaje coronado con laureles? ¿Has visto o leído alguna representación de esta leyenda tan dramática? Muchas obras de arte del Renacimiento la retomaron, sobre todo la parte de la transformación de Dafne en un árbol.
Por ejemplo, Garcilaso de la Vega la retoma en su soneto XIII, que comienza diciendo: “Y a Dafne ya los brazos le crecían…”, refiriéndose a que los brazos se le convertían poco a poco en ramas.
Otro de los valores que predominaron en el Renacimiento es el escepticismo, ya que la visión del mundo comienza a apartarse de la ideología religiosa debido a los descubrimientos que surgieron en Europa.
Por ejemplo, los descubrimientos que hacen personajes como Galileo Galilei, Tycho Brahe, Johannes Kepler, Copérnico o Giordano Bruno. Ellos comenzaron a plantear que el mundo, tal vez, no era como lo imaginaban hasta ese momento.
Y en el caso de la literatura se tiene un clásico español La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca, donde se plantea la dificultad de discernir lo que es realidad y lo que es sueño; cuando Segismundo está encerrado en la torre se comienza a preguntar qué es la realidad y qué no lo es; eso habla de la noción escéptica que permeó todo el discurso de esa época.
Un tercer valor renacentista fue el individualismo, que cobra fuerza una vez que se rompe el dominio feudal, pues esto permite que el hombre se vea a sí mismo como dueño de su destino.
Pensando en la literatura española de este periodo, hay muchas obras que reflejan este valor, como el personaje de Don Juan en El burlador de Sevilla o El convidado de piedra, de Tirso de Molina; El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha y La Galatea, de Cervantes, o El Lazarillo de Tormes, de autor anónimo.
Escucha otra pregunta, es del alumno Rubén: - Rubén Pregunta 2
https://youtu.be/CVBnhnPM2uo
(del min. 14.54 al 15.02)
Es importante que recuerdes que en esa época aún no se concebía la división de clases sociales como se hace en la actualidad.
En el Renacimiento se mantiene una división en diferentes niveles o estamentos, que estaban distribuidos en tres: la nobleza, que organizaba la parte militar; la clerecía, que se ocupaba de la relación de la divinidad con el mundo, y el pueblo llano, que era el resto de la población.
Al final de la Edad Media, los nobles ya no fueron suficientes como grupo militar para todo el territorio existente; por ello, se comienzan a constituir ejércitos, pero la religión siguió rigiendo la vida de todos.
No existían los países, pero cada región mantenía un sistema en cuya parte superior se encontraba el rey, quien era el primero entre iguales de la nobleza.
Escucha la pregunta que plantea Luna: - Luna Pregunta 3
https://youtu.be/CVBnhnPM2uo
(del min. 16.14 al 16.19)
Los tres valores más notables en el Renacimiento fueron el humanismo, el escepticismo y el individualismo.
A pesar de vivir en el siglo XXI, se tienen mucho de estos valores. Actualmente, el ser humano está más afianzado a los avances tecnológicos y científicos que a las ideologías religiosas como una visión totalitaria del mundo.
Nos reconocemos como seres únicos, con ideas propias y válidas frente a las de otra persona. Este valor individualista fue afectado por los cambios sociales con el paso de los siglos y configuró al hombre moderno que hoy se conoce.
En este sentido, los valores renacentistas siguen vigentes, pero se han ido fortaleciendo. Por otra parte, han ayudado a constituir los Derechos Humanos actuales.
¿Qué diferencias puedes destacar entre los valores inculcados a los hombres y a las mujeres del Renacimiento?
Al estar apegados a una visión del mundo mediada por la religión, en el Renacimiento aún se le da un papel secundario a la mujer, quien debe estar sujeta a lo que diga el hombre; sin embargo, en la literatura ya se encuentran algunos ejemplos de personajes femeninos que no se ajustan a este papel de sumisión, aunque algunas pagan fuertes consecuencias por ello.
Escucha la pregunta de Rubén. - Rubén Pregunta 4
https://youtu.be/CVBnhnPM2uo
(del min. 18.03 al 18.10)
1. Si se trata de obra de teatro: La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca, plantea un rompimiento muy interesante entre la realidad y la ficción, a través de un personaje, Segismundo, que a causa de distintas situaciones de la trama llega a un punto en que no sabe qué vivió de verdad y qué fue simplemente un sueño.
2. Puedes leer también Fuenteovejuna, de Félix Lope de Vega, que cuenta la historia de una sociedad que se rebela en contra de la opresión de sus gobernantes, y se presta para todo tipo de reflexiones de tipo social y político.
3. En lo que toca a novela pastoril: La Galatea, de Miguel de Cervantes Saavedra. Recuerda que la novela pastoril se caracteriza, justamente, por estar situada en un contexto de campo, de ahí su nombre. Este género fue muy popular entre las manifestaciones artísticas del Renacimiento.
4. Si te interesa leer poesía, alguna obra de Garcilaso de la Vega, como la de la transformación de Dafne en árbol, o algún otro soneto, o también puedes buscar los poemas de Juan Boscán, quien fue un poeta y traductor nacido en Barcelona.
5. Además, si bien la religión dejó de ocupar un lugar central en la vida de los hombres, es verdad que no se abandonó del todo, y siguió presente en el arte y, desde luego, en la literatura. Un ejemplo de esto es la poesía del clérigo San Juan de la Cruz, cuya obra pertenece al género de la poesía mística.
Escucha lo que pregunta Luna en torno al tema. - Luna Pregunta 5
(del min, 20.10 al 20.17)
Además de las que ya se han mencionado, te daremos otros ejemplos de obras que valdría la pena leer para adentrarte en el mundo renacentista.
1. Lazarillo de Tormes. Resulta interesante para observar una parte de la vida en esta época en España. Cuenta la historia de un joven que tiene que ganarse la vida de todas las maneras posibles, unas muy legales, y otras no tanto. Precisamente porque el protagonista es un tanto revoltoso, esta novela se coloca en el género de la novela picaresca.
2. Los trabajos de Persiles y Sigismunda, de Miguel de Cervantes Saavedra. Habrás observado ya que a pesar de que la obra de Cervantes que más se menciona es El Quijote, no es, de ninguna manera, su única obra. Ya se ha mencionado La Galatea, que es novela pastoril, y ésta, que tiene otro perfil; cuenta la historia de dos enamorados, Persiles y Sigismunda, y de todo lo que tienen que hacer para lograr estar juntos.
3. La Dorotea, de Lope de Vega. Cuenta la historia de los amores de Dorotea, la protagonista. Es una narración construida a partir de puros diálogos.
4. Sueño de una noche de verano, de William Shakespeare. Esta obra tiene de todo, hasta un burro que habla y otras criaturas mágicas que habitan en un bosque; además de ser una comedia muy divertida, te recuerda que las obras renacentistas pueden ser muy diversas, aunque todas conservan una serie de ideas y valores comunes.
Eres lector y ser humano del siglo XXI, y a pesar de que existen algunas cosas en común con los hombres y mujeres del Renacimiento, se vive realidades muy distintas; entonces, ¿por qué debe interesar conocer qué valores tenían y cómo vivían estas personas del Renacimiento, que vivieron hace tantos siglos?
Es una pregunta muy interesante, cuya respuesta empieza por plantear que tú, en el siglo XXI, eres el resultado de todos esos años de lucha, de descubrimientos y de reflexión que ha creado la humanidad a lo largo de la historia.
El conocer los valores del Renacimiento permite reconocer aquéllos que se mantienen actualmente e identificar cuáles influyen en la vida cotidiana y las manifestaciones artísticas o sociales con las que te enfrentas día con día.
Por ejemplo, puedes decir que el individualismo prevalece, pues hoy en día te reconoces como ser único dentro de una familia, sociedad o país.
El reto de hoy:
Ahora que conoces los valores del Renacimiento y sus transformaciones hasta la actualidad, elaborarás dos cubos: uno será para colocar los valores propios del Renacimiento y el otro para que escribas los valores que prácticas en familia actualmente.
Elabóralos con materiales que tengas en casa; incluso puedes adaptar algunos que ya tengan hechos.
Recuerda que, los valores son: el humanismo, el poner al ser humano como el centro del mundo, ya no a una divinidad; el escepticismo, dudar de todo y construir el conocimiento a través de la investigación científica y la aproximación rigurosa hacia los fenómenos, y el individualismo, el pensar al individuo, o sea, a la persona, como un ente único, con sus propias necesidades y cualidades.
Juega en familia para consolidar lo aprendido en la sesión. En cada turno, la persona deberá lanzar ambos dados y explicar en qué consiste cada uno de los valores que salgan en su tirada.
Si deseas leer más ejemplos o reflexionar sobre algunos de los contenidos que hoy aprendiste, revisa tu libro de texto. Sólo tienes que buscar el aprendizaje esperado: “Infiere algunas características del Renacimiento a partir del análisis de una obra literaria”. Una vez que hayas localizado el aprendizaje, se te recomienda llevar a cabo las actividades que ahí te proponen.
Y recuerda también que, si tienes alguna duda, puedes acudir con tu maestra o maestro para aprovechar al máximo lo expuesto durante esta sesión.
¡Buen trabajo!
Gracias por tu esfuerzo.
Para saber más:
Lecturas