Reales o imaginarios, todos son personajes
Reales o imaginarios, todos son personajes
Aprendizaje esperado: reconoce algunos de los valores de la época en que fue escrita la obra leída.
Énfasis: explorar personajes en obras de teatro.
¿Qué vamos a aprender?
Aprenderás sobre: reales o imaginarios, todos son personajes, y con esto se refiere a explorar personajes.
Conocerás y recordarás a algunos de los personajes más importantes de la historia del teatro. Como a Hamlet, Blanche Dubois, Medea, Antígona, Segismundo.
Avanza poco a poco por el apasionante mundo de la ficción teatral.
Está sesión será muy útil, puesto que aprenderás a identificar los tipos de personajes que pueden aparecer en una obra de teatro y también conocerás las características que predominan en algunos de ellos.
Los materiales que necesitarás para esta sesión son tu cuaderno y lápiz o bolígrafo para que tomes notas, así como tu libro de texto.
Recuerda que todo lo que aprendas te servirá para fortalecer tus conocimientos, por lo que se te recomienda llevar un registro de las dudas, inquietudes o dificultades que surjan durante el desarrollo de la sesión, pues muchas de éstas las podrás resolver al consultar tu libro de texto y revisar tus apuntes.
¿Has escuchado acerca de Hamlet? Es el protagonista de la obra que lleva ese mismo nombre y que fue escrita por Shakespeare.
Hamlet es uno de los personajes más célebres del teatro universal. Él revela muchas características del Renacimiento, la época en la que vivió su autor.
El rey, que era el papá de Hamlet, fue un gran soldado medieval, pero Hamlet era poeta y filósofo. Ese detalle demuestra la ruptura entre la época de los guerreros que peleaban en batallas religiosas y los jóvenes renacentistas, que se preocupaban más por el intelecto que por los músculos.
¿Alguna vez has sentido que eres muy diferente de tus papás? ¿No te preguntas a veces “quién eres y por qué te gustan las cosas que te gustan”? Pues eso mismo le pasaba a Hamlet.
Lo cual demuestra que un personaje importante puede reflejar las características de una época y, al mismo tiempo, mantener su vigencia en cualquier lugar y tiempo.
¿Alguna vez has asistido a una obra de teatro o representado alguna?
En esta sesión te enfocarás en una parte primordial de las obras de teatro, en los personajes. Si alguna vez has visto una obra, analiza lo siguiente: ¿Qué personaje te ha llamado la atención y por qué?
¿Si tuvieras la oportunidad de representar alguno, cuál sería y por qué?
Estas y otras preguntas las resolverás en el transcurso de la sesión.
¿Qué hacemos?
Los personajes son indispensables en cualquier obra de teatro. Los actores son quienes les dan vida a estos entes ficticios de los que depende la trama de cualquier historia.
Conforme pasa el tiempo, también los personajes y sus características se van rediseñando.
Cada personaje tiene características diferentes en cuanto a su forma de hablar, caminar, vestir y comportarse.
Por ejemplo, en el Siglo de Oro, los personajes se repetían tanto que se volvieron personajes-tipo. ¿Cómo te imaginas que era un galán de esa época?
Por ejemplo, en algunas obras se habla de un hombre joven, guapo, valiente, honesto y justo. Llevaba a cabo hazañas heroicas para conquistar a su dama y superar varios conflictos.
Pero también se tiene a la dama, que es una mujer joven, hermosa y amable. Al gracioso, hombre ingenioso, que brinda una perspectiva práctica al conflicto central. El rey o príncipe, quien representa la autoridad máxima, defiende el honor, a su pueblo y la religión. Otros personajes recurrentes son el sacristán, el hambriento, el estudiante, el pícaro, quienes dan cuenta de la sociedad y costumbres de la época.
Cabe señalar que los personajes de una obra de teatro son ficticios, son imaginarios, surgen en la mente de los dramaturgos, aquellas personas que escriben obras de teatro para que después cobren vida al ser representadas ante un público.
Algunos personajes tienen características tan detalladas y realistas que, al verlos en acción, se siente que no son del todo imaginarios. ¿Alguna vez te has sentido identificado con algún personaje?
¿Recuerdas la pregunta del inicio de la sesión?
Están los protagonistas, que son los personajes centrales, aquellos de los que depende por completo la trama. Sin ellos, la historia no avanzaría. Así pues, el protagonista es el personaje principal y actúa para resolver el conflicto planteado en la obra. Sus características cambian dependiendo del género.
Pero, para que el conflicto sea interesante, es necesario que exista un personaje que se oponga a los deseos del protagonista.
Al personaje que obstaculiza las acciones del protagonista, se le llama antagonista. Existen obras en las que este rol no lo desempeña un personaje específico, sino una situación adversa. Por ejemplo, puedes ver a un hombre que está tratando de salvar a su familia de una catástrofe natural. En ese caso, las fuerzas de la naturaleza representan el papel antagónico. El antagonista no tiene que ser malvado, en ocasiones es una persona semejante al protagonista, pero con necesidades o intereses opuestos.
También están los personajes secundarios, son importantes, ya que influyen en las decisiones o acciones del protagonista o antagonista. Además, ayudan a complementar el tema o a evidenciar diferentes aspectos del carácter del protagonista.
Los individuos que representan un grupo social, una nación u otra población son personajes colectivos.
Existen más personajes, pero los que se mencionaron son los más recurrentes.
Seguramente has leído la obra Romeo y Julieta, una de las piezas teatrales más conocidas de William Shakespeare.
En esta obra Romeo Montesco y Julieta Capuleto son los protagonistas. La pregunta que se plantea para descubrirlo fue: ¿Quién enfrenta un conflicto y busca resolverlo?
Y entonces ¿quién es el antagonista?
Para esto puedes guiarte con la pregunta: ¿Quién se opone a qué los protagonistas logren su objetivo o resuelvan el conflicto?
En esta obra, según se sabe, el papel antagónico lo representan las familias de ambos personajes, porque estas se oponen a que los jóvenes se unan y expresen su amor.
Y, por último, ¿quiénes son los personajes secundarios? Para identificarlos puedes hacerte la pregunta: ¿Quiénes influyen en las decisiones o acciones del protagonista o antagonista?
Fray Lorenzo, Mercurio.
Cómo lo mencionaba anteriormente, cada personaje tiene características diferentes, pero también denotan actitudes, valores y sentimientos.
Existe una infinidad de personajes del teatro universal que han dejado una huella imborrable en la historia del teatro.
Mujeres y hombres con actitudes y valores diversos, entre ellos: Medea, de Eurípides; Edipo, de la obra Edipo Rey de Sófocles; Hamlet de la obra Hamlet de William Shakespeare; Segismundo de La vida es sueño de Pedro Calderón de la Barca; Julieta de Romeo y Julieta de William Shakespeare; Laurencia de Fuenteovejuna de Lope de Vega; Bernarda Alba en la obra La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca, entre otros personajes.
Analizarás algunos de los personajes mencionados. Todos ellos son apasionantes.
Inicia con el ilustre Segismundo.
Segismundo, protagonista de La vida es sueño, ha vivido encerrado en una cárcel casi toda su vida, puesto que su padre, el rey, temía ser destronado por su hijo. El rey se arrepiente de haber mantenido cautivo a Segismundo y lo libera. Cuando Segismundo se ve rodeado de lujos, se convierte en un patán violento y lo vuelven a encerrar. Entonces es cuando él se pregunta si todo fue un sueño.
Es un personaje interesante, se pregunta si su reinado fue sólo un sueño y si la vida no es más que una ilusión. Cuando unos soldados vuelven a liberarlo, se convierte en un rey justo y amable.
Aunque existe una reflexión filosófica muy importante en la obra, no es aburrida ni lenta. Segismundo llora, grita, se conmueve, se enamora y demuestra muchas emociones con las que te puedes identificar.
¿Te han castigado alguna vez injustamente? ¿Y te has enojado por eso? ¿Le has gritado a alguien y después te has arrepentido? ¿Has pensado alguna vez que un sueño es real o que la realidad es un sueño? Todos se parecen un poco a Segismundo.
Observa la siguiente entrevista realizada a Alma Claudia Velázquez Torices, Licenciada en literatura dramática y teatro y compartirá experiencias actriz y también como personaje.
Entrevistador: Maestra, ¿cómo logra representar las características emocionales y psicológicos de un personaje?
Alma Claudia: Muy buena pregunta, lo más importante al momento de encarnar a un personaje es que, a través de sus acciones, se revelen su mundo interior. deseos, su forma de pensar y sus miedos. Algunos de sus deseos, creencias y temores se expresan por medio de los diálogos, pero, como ocurre en la vida real, los personajes no siempre dicen todo lo que piensan. Por eso, los actores debemos revelar muchos detalles a través de movimientos, posturas y reacciones gestuales.
Entrevistador: ¿Qué hace para analizar con mayor profundidad, las características del personaje que deberá interpretar?
Alma Claudia: Una vez que he leído el texto, intento descubrir las situaciones que reflejan el conflicto principal de la obra. Me es de gran utilidad buscar información sobre el autor y acerca de la época en la que se escribió el texto, pues estos detalles me permiten imaginar el contexto en el que se encuentra el personaje.
Después inicia la etapa de exploración en la que comienzo a jugar con las principales herramientas: mi cuerpo y mi voz. Es un proceso creativo de búsqueda. Después de descubrir cómo habla y cómo se mueve mi personaje, empiezo a relacionarme con el espacio y con los demás actores.
De ese modo van apareciendo las reacciones y actitudes que requiere cada parte de la obra. Se trata de entender desde cómo despierta hasta cómo se va a dormir. Aunque el público sólo verá un momentito en la vida del personaje, el actor debe conocerlo completamente para que cada acción resulte creíble y sincera.
Entrevistador: Alguna vez le ha pasado que se mete tanto en el papel del personaje que ya no puede desprenderse de él. Puede hablar de eso por favor.
Alma Claudia: Claro. La creación de un personaje implica vivir otra vida, crearla integralmente. Tuve la oportunidad de concebir un personaje desde cero y explorar situaciones realistas que no se relacionan con mi vida directamente y que no conocía por experiencia propia.
Aunque la mujer a la que interpreté aparecía sólo 3 minutos y la temporada iba a durar únicamente dos semanas, yo tenía que concentrarme profundamente cada vez que intervenía en la obra. La experiencia fue tan intensa y trascendente, que el personaje me persiguió después de la temporada. A veces hablaba y me comportaba como ella. Por eso es importante que los actores entrenen sus emociones, para poder abandonar la ficción una vez que finaliza la obra.
Entrevistador: Cómo pudiste apreciar ésa es la voz y el porte de la maestra que respondió como actriz, ahora cómo sería si le diera vida a un personaje, por ejemplo, a Bernarda Alba.
Alma Claudia: Será un placer. ¿Qué le gustaría saber?
Entrevistador: Por ejemplo: ¿Quién es Bernarda Alba?
Alma Claudia: Soy una viuda sin mancha, una mujer digna. Ésa soy yo.
Entrevistador: Pero dígame, Bernarda ¿Cuál es su mayor miedo?
Alma Claudia: ¿Miedo? ¿Ha dicho usted “miedo”? Una viuda honrada no puede tener miedo de nada; la gente habla porque tiene lengua, pero ninguna me toca porque no hay quien se me asemeje.
Entrevistador: Por lo que sé, usted es madre de familia, ¿qué es lo que significa ser madre y qué siente por sus hijas?
Alma Claudia: Ser madre es el sino de toda mujer decente, nace una mujer, se casa, se guarda y ya. Una cumple.
Cuando una está al frente, la responsabilidad de guardar la honra es lo único que cuenta; siento por ellas lo mismo que siento por mi madre.
Entrevistador: ¿Cuál es la actitud de Bernarda hacia los novios de sus hijas?
Alma Claudia: Mis hijas no tienen “novio” ¿cómo se atreve? No hay en la comarca ninguno digno ni me iría a otro pueblo a venderlas. Aquí no hay hombres, sólo gañanes.
Entrevistador: Muchas personas tienen miedo al qué dirán, usted ¿Qué es lo que piensa acerca de esa frase “el qué dirán” y qué importancia tiene?
Alma Claudia: Una mujer decente no anda en habladurías, ni mira de ellas ni las hace.
Entrevistador: ¿Qué siente y piensa sobre las mujeres?
Alma Claudia: “Cada una sabe lo que piensa por dentro. Yo no me meto en los corazones, pero me gusta la buena fachada y la armonía familiar”. La honrada a su casa, la que no, que pague lo que debe. A fin de cuentas, las cosas son como una se las propone. Una no debe preguntar y casada, menos. Habla si él te habla y míralo cuando te mire, así no tendrás disgustos. No procures descubrir lo que oculta un hombre, no preguntes y que no te vea llorar jamás.
Entrevistador: Estoy impresionado, maestra, verdaderamente es usted una profesional, la vi tan metida en el personaje que creí que estaba hablando con la verdadera Bernarda.
Alma Claudia: Claro que hablas con la verdadera Bernarda, si no soy una ilusión, pero me tendrás que disculpar porque me tengo que retirar, tengo unos asuntos que tratar.
Entrevistador: Le agradezco, señora Bernarda.
Entrevistador: ¿De qué manera identifica las características de los personajes?
Alma Claudia: Por ejemplo, si el personaje aparece en un texto dramático, en una obra ya hecha, debes leerlo con atención y captar el subtexto de cada diálogo. Fíjate en la réplica de la madre:
Novio: Déjalo. Comeré uvas. Dame la navaja.
Madre: ¿Para qué?
Novio: (Riendo) Para cortarlas.
Madre: (Entre dientes y buscándola) La navaja, la navaja… Malditas sean todas y el bribón que las inventó.
Novio: Vamos a otro asunto.
Madre: Y las escopetas, y las pistolas, y el cuchillo más pequeño, y hasta las azadas y los bieldos de la era.
Novio: Bueno.
Sólo con eso puedo saber que la madre tiene un asunto no resuelto, en conflicto propiamente con las navajas y todo tipo de arma; los invito a leer Bodas de sangre de Federico García Lorca para que se enteren del asunto completo. No es una madre cualquiera y tiene sus razones para iniciar así la obra.
Ahora, si deseas crear un personaje que no aparece en ningún texto dramático, puedes determinar su historia personal, sus posibles antecedentes biográficos, el lugar en el que vive y el trabajo que desempeña. Esas características particulares ayudan a la actriz o al actor a establecer una forma de hablar, de caminar y de comportarse en distintas situaciones.
Entrevistador: Esta pregunta posiblemente sea complicada, pero ¿qué diferencia existe entre los personajes basados en personas reales y aquellos que han sido creados por los autores?
Alma Claudia: El personaje es una creación colectiva, el autor y el director tienen una concepción acerca de él, pero quien le da cuerpo, voz, expresión y vida es quien lo interpreta.
Los integrantes de un equipo creativo comparten sus perspectivas y colaboran para entender lo que el autor quiso decir, el rumbo que el director quiere darle al montaje y las ideas que los actores proponen para que los personajes cobren vida.
Por ello, no hay una diferencia real entre los personajes que se basan en seres humanos reales y aquellos que son estrictamente ficticios. De cualquier modo, cada montaje exige que los artistas interpreten a su manera la historia que se contará.
Entrevistador: ¿Qué sugiere a los alumnos para identificar las características de los personajes?
Alma Claudia: Que los observen con mucha atención. Si, en vez de ver una obra, la leen, fíjense bien en los diálogos, pero también en el contexto que lo rodea.
En Los sueños de Paco del mexicano Carlos Corona, Paco es un niño de casi 10 años que vive en sus sueños, en su imaginación consciente. Sus padres se separaron y no son capaces de ver lo que se revela frente al público. Ellos sólo saben que se orina en la cama o que no come. El público lo ve todo, comprende al personaje y se convierte en su cómplice, pues comprende que sus padres no se dan cuenta de lo que en realidad él siente.
Entrevistador: ¿Cómo es que se prepara al interpretar a un personaje?, ¿qué es lo que hace para conferirle características creíbles y conmovedoras?
Alma Claudia: La preparación es diaria, cuidar la salud mental y física es parte del entrenamiento. Leer toda clase de libros, escuchar música variada, observar el mundo ayuda a ampliar las perspectivas de un actor. Aunque no me encuentre en un proceso creativo, no dejo de prepararme mental y emocionalmente para el siguiente reto. Creo que el secreto está en conocer al personaje, fijarte en los detalles e ir jugando con diferentes posibilidades que te permitan acercarte a él e interpretarlo dignamente.
Entrevistador: ¿Hoy nos visitará otro personaje?
Alma Claudia: Será un placer, mi nombre es Laurencia, soy habitante de la región de Fuenteovejuna, señor, hija del alcalde Esteban. Y soy una mujer sensata y firme.
Entrevistador: Mucho gusto, señorita Laurencia, todos tenemos perspectivas diferentes sobre el amor, usted qué opina acerca de eso y qué es lo que ama.
Alma Claudia: ¡Pardíez! Amo mi propio honor. Y lo que pienso sobre el amor es que es un deseo de hermosura que se procura para gozarla, es un bien que contenta.
Entrevistador: Para Laurencia ¿Qué es la cortesía?
Alma Claudia: Un vocabulario que, en lenguas descorteces, se torna mucho peor: así se le llama a la verdad, imprudencia, cobardía a la paciencia, y culpa a lo que es desdicha, necia a la mujer honesta; mal hecha a la hermosa y casta, y a la honrada… pero basta, que esto basta por respuesta.
Entrevistador: Hace rato platicábamos con Bernarda y ella tiene una idea sobre los hombres, usted ¿Qué piensa de ellos?
Alma Claudia: En momentos de suma diligencia, sois cobardes pastores, ovejas, piedras, liebres cobardes, bárbaros, gallinas, medio hombres…
Entrevistador: Bueno, ya entendimos, muchas gracias, prosigamos con otra pregunta, coméntenos por qué se atreve Frondoso a ayudarla, enfrentando al comendador, a la autoridad.
Alma Claudia: Porque dice que es su intención es desear ser mi esposo, que por mis desdenes no bebe, duerme ni come y que no comprende el rigor en angélico rostro. ¡Vive el cielo, que es lenguado!
Entrevistador: ¿Qué actitud toma ante la vida?
Alma Claudia: Soy decidida, me resuelvo a que no haya más ultrajes por la tiranía, que la obediencia sola es al rey que cuida de su pueblo, no al que agravia y ofende, ni al que ufana y pretende disponer de personas como de licores. Si con los hombres no se cuenta para el cuidado y atención, convoco a la ocasión, que solas mujeres cobren la honra destos tiranos y torne aquel siglo de amazonas eterno espanto del orbe.
Entrevistador: Fue algo increíble, maestra, le agradezco mucho el brindarnos tan valiosa información para las y los estudiantes.
Alma Claudia: Es un placer.
Los personajes son piezas fundamentales en las obras de teatro, puesto que alrededor de ellos girará toda la historia. Cada personaje es diferente, dependiendo de si se trata de una obra cómica o trágica.
Aunque dos actores distintos encarnen a un mismo personaje, cada actor le confiere un estilo propio a su interpretación. No existen dos interpretaciones iguales. A través de la expresión vocal y las acciones físicas, los personajes conmueven y transmiten emociones muy variadas y poderosas.
Muchas veces se dice que se comparte la misma idea que tiene dicho personaje, te sientes identificado y piensas que de alguna forma los personajes no son del todo imaginarios.
El reto de hoy:
Observa una obra de teatro y céntrate en los personajes, identifica sus características y define cuál es su papel. Escribe qué similitudes comparten y posteriormente comparte tu análisis con amigos y familiares.
Si quedaron dudas, consulta tu libro de texto y busca el Aprendizaje esperado de esta sesión: “Reconoce algunos de los valores de la época en que fue escrita la obra leída”.
El Propósito de nuestra sesión fue: “Explorar personajes”.
¡Buen trabajo!
Gracias por tu esfuerzo.