La Conquista II
La Conquista II
Aprendizaje esperado: identifica las características del proceso de conquista militar en otras regiones del México antiguo. Conoce la manera en que algunos grupos indígenas resistieron y cómo los conquistadores lograron imponer su dominio.
Énfasis: identificar los grupos chichimecas y su resistencia durante la conquista. Además, conocer la expansión española hacia el Norte y la búsqueda de minas en esa región.
¿Qué vamos a aprender?
Continuarás con el estudio de la Conquista y algunas culturas más allá de Tenochtitlan. En esta sesión, ahondarás en el norte, con los grupos chichimecas y su resistencia durante la conquista. Además, conocerás sobre la expansión española y su búsqueda de minas en esas regiones
¿Qué hacemos?
Para empezar, lee el siguiente fragmento del prólogo escrito por el historiador Philip Wayne Powell, para su libro “La guerra chichimeca (1550-1600)”.
El conquistador Hernán Cortés venció a los aztecas en una campaña de dos años; fue un triunfo de la diplomacia, más que de la espada, pues el audaz extremeño y su puñado de seguidores no habrían podido vencer a millones de indios por medios puramente militares. Las hordas de aliados indígenas necesarias para imponer la soberanía española en tierras aztecas fueron ganadas mediante la astucia política.
El asombroso triunfo de Cortés creó la ilusión de una superioridad del europeo sobre el indicio como guerrero. Pero su relampagueante subyugación de pueblos tan numeroso y complejos como los tlaxcaltecas, aztecas y tarascos no resultó más que un preludio de una mucho más dilatada pugna militar contra las peculiares y aterradoras proezas de los guerreros más primitivos de la América india.
Esta lucha fue llamada la Guerra de los Chichimecas, y empezó casi simultáneamente a la muerte de Hernán Cortés en 1547, dando fin, simbólicamente, a la “primera conquista de México”. La nueva guerra, entablada en las vastas tierras que se extienden al norte de las zonas sojuzgadas por Cortés, ensangrentó cuatro décadas, de 1550 a 1590: la guerra contra indígenas más prolongada en toda la historia de Norteamérica […]
Fue una nueva clase de guerra, ajena tanto a los europeos cuanto, a sus aliados indios, mestizos, [africanos] y mulatos. Los chichimecas, tribus y “naciones” nómadas y seminómadas del norte […] eran hombres aterradoramente valerosos, incomparables arqueros y maestros de la guerra de súbitos ataques y retiradas. Hombre por hombre, en sus ancestrales zonas de caza y de guerra, estos combatientes eran muy superiores a sus enemigos […] y finalmente los chichimecas no fueron vencidos por la fuerza militar. La Guerra de los Chichimecas […] es la historia de la triunfal resistencia militar indígena a las fuerzas mandadas por los españoles en una época en que las milicias españolas eran invencibles en Europa.
Y una resistencia general al cristianismo hizo casi inútiles los esfuerzos de los misioneros […] en la empresa de pacificar a los chichimecas durante la mayor parte de esta guerra de cuarenta años.
[La “tierra de guerra” abarcaba] de Zacatecas a Nuevo México, de Durango a Texas y la Louisiana, y de Querétaro a la Baja California. En el Gran Chichimeca de México del siglo XVI, los establecimientos fronterizos fueron la génesis de los que después, en otras perspectivas, sería llamado “las Fronteras Españolas”.
La guerra chichimeca
Philip Wayne Powell
El dominio del Imperio mexica, por parte de los españoles y sus aliados tuvo lugar en un periodo de dos años, de 1519 a 1521. De acuerdo con Powell, la guerra chichimeca duró cuatro décadas.
¿Por qué crees que hay tanta diferencia temporal entre la conquista mexica y la chichimeca? Contrariamente a la visión historiográfica tradicional, la Conquista de Mexico-Tenochtitlan en 1521 no representó la conquista total del gran territorio que posteriormente se denominó México. Por el contrario, fue a partir de esta fecha cuando comenzaron una serie de campañas de “conquistas” sobre diversos pueblos y territorios no mexicas al sur, oriente, occidente y norte. Es en este contexto de expansionismo y colonización, en el que se inserta la historia de la confrontación entre los españoles y los chichimecas. Confrontación que se extendería, de 1550 a 1600, aproximadamente.
La gran guerra chichimeca tiene sus antecedentes en los procesos de exploración, conquista y colonización que los españoles emprendieron, posterior a la caída de México-Tenochtitlan, en Guatemala, Yucatán y Occidente. Otro antecedente directo se encuentra en la llamada “Guerra del Mixtón”; la cual consistió en una serie de sublevaciones de diversos pueblos chichimecas sobre tropas españolas, que pertenecían a la Audiencia de Nueva Galicia.
Tan importante fue aquel levantamiento que el virrey de la Nueva España, Antonio de Mendoza, encabezó la campaña militar para sofocarlo. Era 1541 cuando se avisó en la capital del reino la guerra contra estos grupos y se convocó a todos los españoles e indígenas fieles a la corona a sumarse a la campaña. Se enlistaron tlaxcaltecas, acolhuas y chalcas, entre otros. Por parte de los sublevados destacó el líder Francisco Tenamaxtle, pese a que fueron dispersados, se mantuvo en resistencia más de diez años.
Pero ¿cuál fue la causa principal de la guerra chichimeca? En 1546, aunque otras fuentes señalan 1548, fue descubierta una veta de plata en Zacatecas que, según los registros de la época, era comparable sólo con las riquezas existentes en el Potosí de Perú, lo que provocó una oleada de exploraciones sobre aquellas tierras. Por lo tanto, españoles peninsulares, españoles criollos, mestizos y por supuesto, un número significativo de aliados indígenas como tlaxcaltecas, tarascos, otomíes, mexicas y caxcones, comenzaron a trasladarse de forma masiva hacia esa “nueva” región.
Este proceso tuvo algunos resultados inmediatos. Por ejemplo, se trazó una ruta que comunicó de forma directa a la ciudad de México con Zacatecas, el Camino de la Plata; además, en pocos años, creció exponencialmente la población de la ciudad de Zacatecas, situándose sólo por debajo de las ciudades de México y Puebla; se fundaron nuevos pueblos como San Miguel, San Felipe, San Juan y Santa María de los Lagos; y como era de esperarse, ante la expansión de los conquistadores emergieron numerosas rebeliones chichimecas, en contra de los nuevos pobladores.
El nombre “chichimecas” era un término genérico que usaban los mesoamericanos, principalmente los mexicas, para referirse a un conjunto de diversos grupos que habitaban parte del bajío, norte y occidente de lo que hoy es México. Desde esa óptica, los pueblos chichimecas eran “pueblos bárbaros”. Algunos de ellos eran nómadas o seminómadas y los caracterizaba una marcada belicosidad.
Algunos colonizadores, al compararlos con los pueblos de la altiplanicie central de Mesoamérica, no demoraron en denominarlos “inferiores”, categorizándolos al igual que a los musulmanes.
No obstante, los chichimecas distaban mucho de ser lo que se les atribuía. Para empezar, dicho nombre genérico englobaba una gran variedad de pueblos: Pames, Tecuexes, Caxcanes, Guamares, Zacatecos, entre otros grupos étnicos. Todos compartían características socioculturales similares, aunque con sus respectivas diferencias de por medio. Por ejemplo, los Caxcanes, que eran los más numerosos, habían sido aliados de los españoles en la llamada “Guerra del Mixtón”; no obstante, a partir de la guerra chichimeca, fueron aliados cercanos a los zacatecos y los guachichiles, quienes emprendieron una feroz resistencia al avance de los españoles y sus aliados.
Por otro lado, los tecuexes, que se encontraban al este de Guadalajara, eran un pueblo que se establecía al margen de los ríos y cultivaban frijol, calabaza y maíz; además de que algunos de ellos eran artesanos, carpinteros y canteros.
Por si fuera poco, las lenguas de los pueblos chichimecas también eran muy variadas, pues algunos hablaban tocho, náhuatl y otras lenguas con variaciones, lo que provocó que la conquista religiosa fuera muy complicada.
Como se mencionó, el Camino Real de Tierra Adentro fue fundamental para la entrada de los españoles hacia los llanos de los chichimecas en el norte de la Nueva España. Conocido en un primer momento como el Camino de la Plata, fue la ruta más eficaz y antigua de intercambio o imposición cultural hacia Norteamérica.
A lo largo de su recorrido se fundaron poblaciones que con el paso del tiempo se fueron consolidando y hoy día se conocen como Lagos de Moreno, Ojuelos, Encarnación de Díaz, Aguascalientes, Zacatecas, Sombrerete, San Luis Potosí, Durango, Chihuahua y Paso del Norte.
Para conocer más sobre este camino que fue declarado Patrimonio de la Humanidad, observa el siguiente video.
- El Camino Real de Tierra Adentro.
https://www.youtube.com/watch?v=kDgvXhrML44&t=346s
En términos generales, la guerra chichimeca se puede agrupar en tres etapas. La primera, entre 1550 y hasta aproximadamente 1567, se caracterizó por la existencia de numerosos enfrentamientos entre diversas tribus chichimecas y los colonizadores, cuyo común denominador eran los asaltos, las emboscadas y el aprisionamiento de españoles, indígenas, mestizos y hasta religiosos, con el objeto de esclavizarlos.
En este proceso, el hurto de animales de carga, instrumentos de trabajo y armamento fueron de suma importancia para estas tribus. Además, fue en este periodo en el que los españoles establecieron poblados defensivos, reales de minas y estancias hispano-indias, con el triple propósito de seguir reforzando el control territorial de esa región, fundar unidades militares de defensa sobre los asaltos de los chichimecas, así como asegurar un lugar de descanso y seguridad para la población, mayoritariamente española, que se trasladaba hacia esa zona en búsqueda de nuevas oportunidades.
En esta etapa, los indígenas que acompañaban a los españoles jugaron un papel significativo, ya que fueron utilizados como guerreros, cargadores, interpretes, exploradores, espías y emisarios.
A diferencia de la primera etapa bélica, la cual se caracterizó por ser una confrontación que buscaba desde el punto de vista de las diversas tribus chichimecas detener y expulsar a los intrusos de sus tierras, y desde el punto de vista novohispano consolidar la dominación del nuevo territorio, la segunda etapa de confrontación, entre 1568-1585, se caracterizó por la puesta en funcionamiento de una feroz campaña de exterminio en contra de los diversos pueblos chichimecas, campaña que de alguna manera fue muy parecida a las que posteriormente se llevaron a cabo en contra de otros pueblos como los mayas, los yaquis o los apaches.
Pese a esta embestida, la resistencia de los chichimecas no menguó. Por el contrario, los indígenas respondieron con numerosos ataques en diversas zonas, principalmente en Guadalajara y Zacatecas. Además, fueron constantes los bloqueos al traslado de minerales extraídos y eran muy temidos los embates de los flecheros zacatecos sobre españoles, mestizos y en especial sobre los religiosos.
De hecho, por el temor a los chichimecas, algunos pueblos españoles se volvieron pueblos fantasmas y en no pocas ocasiones, el comercio se precipitó. Era claro que las tácticas bélicas de los chichimecas condicionaban a los jefes militares y religiosos españoles a hacer pausas en sus avances, cancelar expediciones y a explorar nuevas rutas.
Resulta importante destacar que en ese contexto histórico las tropas armadas españolas de aquellos años eran invencibles en Europa, pero se encontraron con las fuerzas chichimecas, a las cuales no pudieron someter. Por esta razón, las autoridades españolas decidieron comenzar a explorar con nuevas formas de colonización y sometimiento que les aseguraran la tranquilidad de las rutas y de los asentamientos coloniales, a fin de alcanzar la pacificación y por consiguiente la consolidación del comercio y el traslado de los minerales extraídos. Y es así como apareció la tercera etapa de confrontación, entre 1585-1600.
En palabras del historiador Philip Powell, ante la triunfante resistencia militar indígena a las fuerzas españolas y sus numerosos aliados, se tuvieron que llevar a cabo estrategias de pacificación, como las llamadas “compras de paz”; las cuales consistían en donaciones de vestido, ropa, ganado a los líderes chichimecas rebeldes. Además del establecimiento de pueblos indígenas que provenían del sur, como tlaxcaltecas, purépechas y otomíes, y la fundación misiones jesuitas, franciscanas y dominicas.
En las décadas siguientes, esta paz negociada, resultó más conveniente, no sin dejar de reconocer que esta reconversión táctica española, se debió en gran medida a la resistencia de los pueblos chichimecas.
Antes de finalizar, recapitula. A fines del año de 1546, grupos de soldados españoles, acompañados por numerosos de aliados indígenas y por unos cuantos frailes franciscanos descubrieron una cordillera que contenía plata, muchas leguas al norte y al oeste de la ciudad de México. Este lugar fue llamando Zacatecas. Los aguerridos indígenas nómadas, llamados chichimecas, opusieron una fuerte resistencia al avance de los pueblos cristianos y sedentarios que llegaban del sur.
Durante cuatro décadas, las tácticas bélicas de estos guerreros del norte eran tan eficaces que obligaron a los jefes militares y religiosos españoles a hacer diversas pausas en sus intentos de explotación de los recursos y colonización de la región. Finalmente, no cedieron ante lo militar, pero sí a través de una “paz comprada”.
Has concluido la sesión. Si deseas saber más de este tema, puedes consultar tu libro de texto de Historia.
El reto de hoy:
Responde en tu cuaderno lo siguiente:
¿Qué desafíos enfrentaron los militares españoles, sus aliados indígenas y los evangelizadores en la región chichimeca?
Argumenta tu respuesta y reflexiona:
¿Cuáles de estas problemáticas no las habían experimentado los colonizadores en el centro de México?
¿Qué opinas de la “paz comprada”?
Para cumplir con el reto de esta sesión, no olvides consultar tu libro de texto.
¡Buen trabajo!
Gracias por tu esfuerzo.
Para saber más:
Lecturas