De antologías y prólogos… te invito una lectura
De antologías y prólogos… te invito una lectura
Aprendizaje esperado: analiza e identifica la información presentada en textos introductorios: prólogos, reseñas, dedicatorias y presentaciones.
Énfasis: leer prólogos de antologías.
¿Qué vamos a aprender?
Antes de comenzar, te sugerimos que tengas un cuaderno y un lápiz o bolígrafo para tomar notas de lo que consideren relevante. Por ejemplo, pueden escribir sólo aquellas palabras clave que les ayuden a comprender lo expuesto. También recuerden que su libro de texto de Lengua Materna es una herramienta que apoyará todo su proceso de aprendizaje. Lo principal es que todos ustedes presten atención.
Por otra parte, se te recuerda que la participación de la familia es un pilar fundamental en el proceso de aprendizaje, ya sea colaborando en las actividades, participando en algunas lecturas, o bien dialogando para poner en práctica lo aprendido en la sesión.
Las antologías son compendios de textos con características en común, es decir, los textos que las integran comparten rasgos distintivos, y ello justifica su inclusión.
Los rasgos que comparten estos textos pueden ser de carácter muy general, por ejemplo, el género: cuentos, leyendas, mitos, poemas, fábulas, obras de teatro, canciones, ensayos, hasta una elección más específica, como cuentos fantásticos, cuentos de aventura, cuentos de terror, etcétera.
¿Qué hacemos?
Ahora bien, realiza la siguiente lectura de un prólogo que escribió el poeta David Huerta para la antología Circo poético. Antología de poesía mexicana del siglo XX.
Prólogo
Imaginemos que un libro cerrado es un lugar a donde acudimos llevados por la curiosidad de saber qué puede haber ahí.
Vamos descubriendo lo que hay conforme lo abrimos, lo hojeamos y vamos leyendo las palabras impresas en él. En ese lugar –un sitio yermo, al principio– se teje con lentitud, al paso de nuestra lectura, una atmósfera llena de luces y de sombras; más temprano que tarde, sentimos que podemos vivir a gusto mientras leemos dentro de ese lugar; mientras nos aposentamos en sus espacios, en sus rincones, en su ambiente. Y si ese lugar es un circo, más a gusto nos sentiremos.
Es lo que han querido que pase con su trabajo los antologadores de este Circo poético, reunión de varios actos de prestidigitación verbal y de acrobacias y magias múltiples ejecutados por un puñado de poetas de México.
En el circo se despliegan, en forma de actos fantásticos, los mitos y los misterios que les son más queridos a los seres humanos: el vuelo, el dominio sobre el fuego, la amistad amorosa con los animales, el gigante y el enano, la risa.
La literatura, y en especial la poesía, nos pone en contacto con esta materia mítica, y lo hace con medios que todos podemos reconocer: las palabras –su sentido, su ritmo, su temperatura afectiva–; palabras cargadas en cada poema con una voluntad de recreación del mundo que nos permite a nosotros, los lectores, por el arte de sus entrelazamientos, participar en esa misma recreación y emprenderla, a nuestra propia manera, en la intimidad de la lectura.
El conjunto de poemas que aquí pueden leerse tiene su propia música, su energía y sus leyes. Deben leerse con interés; de otra manera –es decir, si los leemos con indiferencia o al descuido– nunca serán para nosotros más que una serie inerte de palabras. Eso quiere decir que hay que participar en los poemas, verlos y leerlos como algo vivo, como organismos en los cuales las palabras adquieren vida, se animan y conversan con nosotros.
Bienvenidos, pues, a este Circo poético. Lo único que hace falta para entrar en él es ese interés y esa curiosidad que nos abrirán sus puertas.
En este prólogo, David Huerta, además de contextualizar e introducir la lectura de la obra, establece un diálogo poético con el lector y advierte que, para entrar al “circo poético”, sólo se necesita interés y curiosidad; además, considera que a los poemas hay que leerlos como algo vivo, cuyas palabras adquieren vida para conversar con los lectores.
Por otra parte, el prólogo le permite al autor, entre otras cosas, situar al lector en el contexto de la obra, dar detalles del trabajo de los antologadores, explicar cuáles son las características de los poemas seleccionados y, por último, dar la bienvenida al lector.
El prólogo de una antología es distinto de aquél que introduce una novela; por ejemplo, debido a que los textos que se incluyen en la obra son diversos, y el prólogo, cumple, entre otras, la función de explicar qué rasgo distintivo une a esos textos.
Pero, ¿quién escribe el prólogo de una antología?
La elección de la persona que escribirá el prólogo puede depender del propio autor o de los editores.
Ahora lee el siguiente fragmento del prólogo que escribió Francisco Serrano para la antología 24 poetas latinoamericanos.
PRÓLOGO
RIQUEZA DE LA LENGUA
(Fragmento)
(Francisco Serrano)
Vasta y diversa como su geografía, igualmente rica, intensa y compleja que su historia, la poesía de Latinoamérica representa uno de los momentos más altos de la literatura contemporánea. La sorprendente variedad de voces que integran el conjunto de la poesía iberoamericana, en sus dos vertientes principales: creaciones en lenguas española y portuguesa, da cuenta no sólo de la vitalidad del espíritu en nuestro continente, sino del alcance, de la amplitud del registro que el lenguaje, desde los inicios del siglo XX, consiguió entre nosotros. Esta antología reúne algunas de las obras más significativas de 24 poetas fundamentales. Agrupa nombres que tal vez no habían aparecido antes publicados juntos. Su concurrencia describe una región, una zona específica de nuestro continente lingüístico. Y aunque pertenecen a distintas épocas, regiones y estilos, los une su amor a la poesía y la relevante calidad de su obra. Cada uno representa una mirada y una dicción particulares. Todos son excelentes poetas […]
Una buena antología es útil ciertamente porque orienta al lector. Es un punto de partida para que los que se interesan en la literatura adquieran ciertos puntos de referencia indispensables […]
Este libro conjuga algo de la mejor poesía escrita por dos docenas de magníficos poetas latinoamericanos a lo largo del siglo XX. Representa un compendio de muy buena poesía, y como tal, aspira a ser leído. El compilador cree que su lectura contribuirá a enriquecer, con provecho, la sensibilidad y la imaginación de quienes se acerquen al contenido de sus páginas.
Te diste cuenta que, este autor aporta información clave para comprender el contenido y estructura de la antología, pues ubica al lector en el contexto y circunstancias en los que se llevó a cabo la selección, y menciona que se incluye tanto los poemas como a los autores más significativos de la poesía latinoamericana desde los inicios del siglo XX. Finalmente, afirma que una buena antología se caracteriza por su utilidad para el lector.
Es importante tener en cuenta que el prólogo siempre se escribe una vez que la obra está terminada, entonces es cuando el autor caracteriza su obra y realiza una breve reseña del propósito de ella, así como los criterios bajo los cuales seleccionó el contenido y lo organizó.
También puede darse el caso de una antología que cuente ya con varias reimpresiones o reediciones; aquí es posible que la antología tenga más de un prólogo y se especifique a qué edición de la obra corresponde cada uno.
Ahora sigue con la lectura de dos prólogos, pero antes se te sugiere que prestes atención a las siguientes preguntas que te ayudarán a reflexionar acerca del propósito de este tipo de escritos y algunas de sus características, particularmente en aquellos escritos para antologías.
- ¿Cuál fue el criterio para la selección de los textos?
- ¿Qué exige la lectura de los textos?
- ¿Cuál es la relevancia de la antología?
El prólogo que leerás a continuación fue escrito por Ramón Luis Acevedo como parte de la antología 17 narradoras latinoamericanas.
PRÓLOGO
No cabe la menor duda de que uno de los fenómenos más sobresalientes que se ha producido en la literatura latinoamericana actual ha sido el surgimiento y el avance al primer plano de un dinámico y valioso grupo de mujeres narradoras. Novelistas y cuentistas como Clarice Lispector, Isabel Allende, Luisa Valenzuela, Elena Poniatowska y Cristina Peri Rossi han obtenido una difusión y un reconocimiento internacional a veces comparable con los que recibieron en el pasado reciente los grandes escritores del “boom”. […]
No se trata de una moda pasajera, sino de un hecho irreversible, resultado de hondos cambios históricos, culturales y sociales que van confiriendo a la mujer cada vez mayor presencia en todos los aspectos de la vida latinoamericana. En este proceso, la literatura y el arte han servido de punta de lanza. […]
La lectura de estos textos exige amplitud por parte del lector: hombre o mujer debe superar viejas nociones, imágenes y preconceptos que resultan cada vez más inadecuados. Uno de estos preconceptos es el de acercarse a lo escrito por las mujeres buscando únicamente lo que se considera particularmente “femenino”, lo cual, dicho sea de paso, no hacemos con lo “masculino” en los relatos de los escritores varones.
La presente selección –hecha con un amplio público lector en mente– demuestra precisamente lo que hemos señalado. Abarca una amplia gama de países latinoamericanos, lo cual demuestra la importancia y la vigencia de las mujeres narradoras, no sólo en países como Argentina, Chile y Costa Rica, que se han destacado por la incorporación temprana de la mujer a las letras, sino a todo lo largo y ancho de nuestra América. […]
El conjunto intenta ser fiel al fenómeno de la narrativa femenina contemporánea en sus múltiples dimensiones, pero el criterio esencial –hecha colectivamente por representantes de editoriales de diversos países y en cuyo proceso hemos tenido la oportunidad de participar– ha sido la calidad y la legibilidad de los cuentos.
Con un conjunto tan heterogéneo, es natural que exista una notable variedad temática y estilística, lo cual demuestra la riqueza de esta escritura femenina. […]
Siendo así, el lector puede tener la plena confianza de que tiene en sus manos no sólo una muestra de la cuentística femenina actual, sino, además y, sobre todo, una muestra de algunos de los mejores cuentos latinoamericanos escritos durante las últimas décadas.
Como te habrás dado cuenta, el prólogo prepara al lector para introducirse al contenido, ya que se trata de un escrito de presentación que anticipa el escenario para los lectores, permite saber de qué trata la obra, cuál es su relevancia, además de familiarizarlos con los criterios que siguió el autor para llevar a cabo la selección de los textos.
Recuerda que la actividad que estas realizando es a partir de la lectura de dos prólogos. Para ello, toma en cuenta las preguntas que se hicieron antes sobre cuál fue el criterio para la selección de los textos, qué exige la lectura de los textos y cuál es la relevancia de la antología.
Continúa con la siguiente lectura del prólogo de la antología 16 cuentos latinoamericanos, escrito por Antonio Cornejo Polar.
PRÓLOGO
Al compás de nuevos e incitantes estímulos sociales, en los años sesenta la literatura latinoamericana, con la nueva narrativa, la poesía conversacional y el teatro de creación colectiva, para mencionar sólo los casos de mayor relieve, inició un periodo de renovación constante e incisiva que todavía, treinta años después, no acaba. […]
Creo entonces, que la concepción de esta antología del cuento hispanoamericano tiene un primer acierto sustancial: fijar los sesenta como la fecha inicial para, desde allí, recopilar los textos que el lector tiene entre sus manos. Aunque en algunos casos los autores seleccionados tenían en los sesenta un largo oficio literario, me parece que ninguno de ellos dejó de sentir el impacto de esa eclosión libérrima que cruzó de parte a parte la literatura de entonces. En todos, hasta en los de mayor edad, los nuevos aires y su irrespetuosa manera de tratar a la tradición consagrada causaron efectos más o menos profundos. […]
Llama la atención de inmediato, la enorme variedad de perspectivas, estilos y temáticas de los textos escogidos, sin embargo, también es visible un cierto tono más o menos común, que a veces corresponde a la voz del narrador, a veces a la de sus personajes y a veces al significado que brota de todo el cuento, un tono común que está dado por un extendido sentimiento de insatisfacción, descontento o frustración frente a la realidad en la que viven los jóvenes, pero que viene casi siempre asociado a una muy firme determinación de encontrar formas de plenitud y perfección existenciales y sociales. […]
Parece ser que ambos prólogos fueron escritos para un propósito similar; sin embargo, el primer prólogo establece que el criterio para la selección de los textos consideró exclusivamente la integración de textos narrativos de mujeres escritoras latinoamericanas. Ello exige al lector superar viejas nociones acerca de lo escrito por mujeres.
Por lo tanto, la relevancia de esta antología, de acuerdo con su prólogo, consiste en dar una muestra de lo que las mujeres novelistas y cuentistas de América Latina han creado en las últimas décadas.
En cambio, para el caso del segundo prólogo, el criterio con el que se conformó la antología fue el de cuentos hispanoamericanos escritos a partir de los años sesenta. En este marco, se invita al lector a ser partícipe de la creación y a descubrir el sentido de la existencia.
Asimismo, parte de la importancia de esta antología radica en la posibilidad de identificar, entre una variedad de estilos y temáticas, un tono común en la voz de los personajes y narradores cuando expresan sentimientos de insatisfacción o frustración frente a la realidad de los jóvenes de esa época.
Lee ahora, el prólogo de una antología más, con características un poco diferentes por el género al que pertenecen los textos recopilados.
El fragmento del prólogo fue escrito por Vicente Francisco Torres para introducir su antología titulada: El que la hace… ¿la paga?
(Fragmento)
Prólogo
Vicente Francisco Torres
[…] La presente antología
Hasta donde sé, la de Donald Alfred Yates es la única antología policial latinoamericana publicada […] Así pues, la recopilación que el lector tiene en sus manos es un nuevo intento de actualizar la dispersa producción policial escrita en América Latina. Reunimos autores clásicos, autores poco conocidos y, sobre todo, cuentos de escritores que han incursionado en el género sin que sus obras suelan ubicarse en el terreno policial. Escritores como Mario Monteforte Toledo y Ernesto Cardenal con los personajes típicos del género, crean ficciones que van más allá de los estereotipos; convierten a los policías en símbolos y en objeto de burla.
Si una característica del género policial es que maneja estereotipos para hacerlos saltar con ingenio, el boricua Luis Rafael Sánchez sugerirá una víctima sin asesino. […]
Es preciso decir que he preparado este volumen con lo que la tradición ofrece, pero también con las extrañas muestras que fue posible conseguir hurgando aquí y allá. Está por demás apuntar que, así como en la literatura mexicana existen textos oficiales armados con recursos policiales, según términos acuñados por Alfonso Reyes, lo mismo puede suceder en otros países latinoamericanos. Sin embargo, esos textos sólo hubieran podido detectarlos acuciosos lectores de literaturas nacionales que tuvieran, además, vivo interés por las narraciones policiacas.
Cómo pudiste apreciar, esta antología fue concebida para un público lector que tiene interés por los cuentos policiales, y quien tuvo a cargo su selección explica que la obra es un nuevo intento de reunir a partir de una intensa búsqueda de textos representativos de este género escritos en América Latina.
En resumen, puedes decir que el prólogo de una antología brinda información a los lectores para ayudarles a comprender mejor el contenido. Así, quien esté interesado en este tipo de obras contará con un texto preparado por el autor de la antología, donde le explica, desde su punto de vista, cuáles son las razones por las que vale la pena leer la obra.
Por lo tanto, algunas de las particularidades con las que puedes identificar los prólogos de las antologías son:
- Estar escritos por el autor o alguien a quien el autor se lo solicite.
- Exponer la importancia y los alcances de la obra.
- Citar el contexto original de los textos que la conforman.
- Describir los criterios de selección del contenido.
- Explicar el proceso de organización del contenido.
- Ser redactados una vez que se ha concluido la obra.
- Ser más de uno si la obra se edita varias veces.
Por lo tanto, de lo que has aprendido, puedes decir que la lectura de prólogos de antología es una gran oportunidad para aprender sobre los procesos creativos de una obra, de acuerdo con la perspectiva de quienes intervinieron directamente en su desarrollo.
El reto de hoy:
Localiza diversas antologías y separa aquéllas que contengan un prólogo. Léelos y organízalos según la intención que te llame la atención, y prepara una tertulia literaria con tu familia. Lee algunos de los prólogos e identifica:
- ¿Quién lo escribió?
- ¿De qué se trata la antología?
- ¿Cuáles son los argumentos del autor para convencer a los lectores de continuar la lectura de la obra completa?
Recupera las principales razones que expone el prólogo y responde: ¿por qué lo leería cada participante?, o bien ¿qué parte no los convenció de continuar la lectura completa de la obra?
Si necesitas más información, consulta en tu libro de texto el aprendizaje esperado: “Analiza e identifica la información presentada en textos introductorios: prólogos, reseñas, dedicatorias y presentaciones”, o bien consulta directamente con tu maestra o maestro.
¡Buen trabajo!
Gracias por tu esfuerzo.
Para saber más: