¡Tercera llamada!.. Presentación de la obra de teatro

 

¡Tercera llamada!.. Presentación de la obra de teatro

Aprendizaje esperado: ensaya la lectura dramatizada de una obra de teatro.

Usa signos de interrogación y exclamación, así como acotaciones para mostrar la entonación en la dramatización.

Énfasis: ensayar en voz alta para cotejar la claridad de diálogos y acotaciones. Usar signos de interrogación y exclamación para enfatizar la entonación.

¿Qué vamos a aprender?

Aprenderás a ensayar la lectura dramatizada de una obra de teatro, en voz alta, para cotejar la claridad de diálogos y acotaciones, considerando el uso de signos de interrogación y exclamación para enfatizar la entonación.

¿Qué hacemos?

Continuarás trabajando con la práctica social del lenguaje número 8 “Adaptar un cuento como obra de teatro”. También se presentará la adaptación de “Baby H.P.” de Juan José Arreola, como obra de teatro.

Como sabes, antes de presentar una obra de teatro es necesario realizar muchos ensayos a fin de que los actores puedan interpretar debidamente a cada uno de los personajes, dentro de los ensayos cada actor debe cuidar la manera como expresa sus diálogos, así como sus movimientos, vestuarios, y todo lo que le permita comunicar al público que lo observa, el mensaje y sentido de su personaje.

Recuerda que tanto los signos de interrogación y de admiración como las acotaciones se emplean para mostrar la entonación de la dramatización, ayudan a transmitir emociones, así que es importante concentrarse en las emociones de la adaptación.

Para ejemplificar lo anterior, volverás a leer el cuento “Baby H. P.” lo cual te permitirá tanto tenerlo más fresco como volver a identificar algunas de las principales diferencias y similitudes entre un cuento y una obra de teatro.

Recuerda que el propósito de esta sesión es ensayar la lectura dramatizada de una obra de teatro, en voz alta, para cotejar la claridad de diálogos y acotaciones, considerando el uso de signos de interrogación y exclamación para enfatizar la entonación.

Ten a la mano tu cuaderno, libro de texto de Español, algo con que anotar y, de ser posible, un diccionario; recuerda tenerlo cerca, durante esta clase y también al leer o al estudiar otras asignaturas. Úsalo con libertad y no sólo busques las palabras que aquí se necesitan.

Ten presente que, si por algún motivo no pudiste estar en alguna de las sesiones, o si quieres repasar o fortalecer algún aprendizaje, puedes ver las clases anteriores en el portal de Aprende en Casa.

Realiza la lectura del cuento “Baby H. P.” de Juan José Arreola.

En tanto lees, pon especial atención en las particularidades del cuento y de la obra de teatro.

Baby H.P.

Señora ama de casa: convierta usted en fuerza motriz la vitalidad de sus niños. Ya tenemos a la venta el maravilloso Baby H.P., un aparato que está llamado a revolucionar la economía hogareña.

El Baby H.P. es una estructura de metal muy resistente y ligera que se adapta con perfección al delicado cuerpo infantil, mediante cómodos cinturones, pulseras, anillos y broches. Las ramificaciones de este esqueleto suplementario recogen cada uno de los movimientos del niño, haciéndolos converger en una botellita de Leyden que puede colocarse en la espalda o en el pecho, según necesidad. Una aguja indicadora señala el momento en que la botella está llena. Entonces usted, señora, debe desprenderla y enchufarla en un depósito especial, para que se descargue automáticamente. Este depósito puede colocarse en cualquier rincón de la casa, y representa una preciosa alcancía de electricidad disponible en todo momento para fines de alumbrado y calefacción, así como para impulsar alguno de los innumerables artefactos que invaden ahora, y para siempre, los hogares.

De hoy en adelante usted verá con otros ojos el agobiante ajetreo de sus hijos. Y ni siquiera perderá la paciencia ante una rabieta convulsiva, pensando que es fuente generosa de energía. El pataleo de un niño de pecho durante las veinticuatro horas del día se transforma, gracias al Baby H.P., en unos útiles segundos de tromba licuadora, o en quince minutos de música radiofónica.

Las familias numerosas pueden satisfacer todas sus demandas de electricidad instalando un Baby H.P. en cada uno de sus vástagos, y hasta realizar un pequeño y lucrativo negocio, trasmitiendo a los vecinos un poco de la energía sobrante. En los grandes edificios de departamentos pueden suplirse satisfactoriamente las fallas del servicio público, enlazando todos los depósitos familiares.

El Baby H.P. no causa ningún trastorno físico ni psíquico en los niños, porque no cohíbe ni trastorna sus movimientos. Por el contrario, algunos médicos opinan que contribuye al desarrollo armonioso de su cuerpo. Y por lo que toca a su espíritu, puede despertarse la ambición individual de las criaturas, otorgándoles pequeñas recompensas cuando sobrepasen sus récords habituales. Para este fin se recomiendan las golosinas azucaradas, que devuelven con creces su valor. Mientras más calorías se añadan a la dieta del niño, más kilovatios se economizan en el contador eléctrico.

Los niños deben tener puesto día y noche su lucrativo. H.P. Es importante que lo lleven siempre a la escuela, para que no se pierdan las horas preciosas del recreo, de las que ellos vuelven con el acumulador rebosante de energía.

Los rumores acerca de que algunos niños mueren electrocutados por la corriente que ellos mismos generan son completamente irresponsables. Lo mismo debe decirse sobre el temor supersticioso de que las criaturas provistas de un Baby H.P. atraen rayos y centellas. Ningún accidente de esta naturaleza puede ocurrir, sobre todo si se siguen al pie de la letra las indicaciones contenidas en los folletos explicativos que se obsequian con cada aparato.

El Baby H.P. está disponible en las buenas tiendas en distintos tamaños, modelos y precios. Es un aparato moderno, durable y digno de confianza, y todas sus coyunturas son extensibles. Lleva la garantía de fabricación de la casa J.P. Mansfield & Sons, de Atlanta, III.

Arreola, Juan José, Confabulario definitivo, México,

editorial Cátedra, 2017, pp. 129-131.

¿Ya recordaste el cuento?

Antes de conocer la adaptación del cuento, como obra de teatro, es importante que tomes en cuenta que una vez que concluyas tu adaptación teatral, debes de organizar una presentación para que la compartas con tus familiares. Es indispensable que ensayes antes de la presentación y que revises tanto tu entonación como las adecuaciones de volumen, tono y fluidez. Recuerda también que tanto los signos de interrogación y de exclamación como las acotaciones, deben emplearse para mostrar la entonación en la dramatización, tal como se ejemplifica en la adaptación de “Baby H.P.”

¡Primera llamada!… ¡Segunda llamada!… ¡Tercera llamada!… ¡Comenzamos!

Adaptación de Baby H. P.

Personajes.

  • Voz del megáfono, que es el vendedor.
  • Señor Juan José.
  • Señor Testimonio.
  • 2 niños.
  • Tumulto de gente.

Escena I

El señor Juan José se encuentra sentado en la mesa del comedor de su hogar trabajando en su computadora. Está en calzones y chanclas, pero en la parte superior del cuerpo, tiene puesta una camisa, una corbata y un saco. En la cabeza, unos audífonos de diadema con micrófono. Está absorto en la pantalla del ordenador, la cual refleja un poco de luz en su rostro.

Señor Juan José: Claro que sí, licenciado. Hemos estado trabajando en el plan de ventas para alcanzar nuestros objetivos a pesar de la situación que nos rebasa. Aquí seguimos trabajando con todo y el recorte de salario. (Pausa.) Entiendo. (Pausa.) Claro. (Pausa.) Sé que los bonos y las comisiones por las ventas son sólo un incentivo y que ahora la empresa intenta mantenerse a flote, pero se están ahorrando la renta de oficinas y la luz que, por cierto, me está llegando más cara. Estamos trabajando como perros para ganarnos el sustento. Considero que merezco un aumento, soy su mejor empleado.

El rostro del señor Juan José se apaga con la computadora repentinamente.

Señor Juan José: ¡No puede ser, otra vez se fue la luz! ¿Habrá sido en toda la colonia? Ya casi conseguía mi aumento.

Afuera se escucha el megáfono de una camioneta con la voz del vendedor de cobijas de feria.

Voz del megáfono: Señor amo de casa, convierta usted la energía de sus pequeños con el nuevo, con el único, con el revolucionario Baby H. P. ¿Ya está cansado de pagar elevados recibos de luz? ¿La oficina en casa debe cerrar porque se queda sin servicio? ¿Tiene miedo de que siga habiendo apagones? Hoy le traemos hasta la puerta de su hogar la solución de importación. Sólo acérquese a esta camioneta de sonido.

Señor Juan José se pone cubrebocas y pantalón, y sale a la calle.

Escena II

Ya en la calle, el señor Juan José llega hasta la camioneta de sonido. Hay más personas con cubrebocas. El tumulto intenta mantener la sana distancia, pero se está amontonando la gente: todos quieren ver el Baby H. P. Señor Juan José logra hacerse un espacio entre las personas para apreciar el producto en primera fila. La voz del megáfono ahora tiene un rostro y saca una estructura de metal con una batería incrustada y el concentrador.

Vendedor: Mire nada más, qué chulada de aparato. Una estructura ligerita de metal, cero pesada, cero pesada. Se adapta al cuerpo de cualquier pequeñín, cualquier cuerpo, cualquier complexión. Le incluye sus pulseras, ya trae sus anillos, ya trae sus broches, como si fuera esqueleto de Día de muertos. Sí, mire, este armazón recoge cada movimiento de los niños en esta batería recargable que, cuando se llena, se enlaza al concentrador por medio del puerto USB, para luego enchufarse a la luz. Haga negocio, un Baby H. P. para cada uno de sus hijos, entre más inquietos, mayor la ganancia. Señor, préstelos a los vecinos, a los amigos, que no le hagan rabietas en su casa.

Señor Juan José: ¿Y eso es seguro para los niños?

Voz (entre el tumulto): Yo escuché que un pequeño se murió de una descarga eléctrica por estar jugando en los charcos con el aparato puesto.

Se escuchan murmullos de preocupación entre el tumulto.

Vendedor: El Baby H. P. es completamente seguro e inofensivo. Los niños que dicen haberse enfermado, es porque ya traían algún mal de nacimiento, por el contrario, los médicos avalan su uso desde edades tempranas para un mejor desarrollo tanto del niño como de sus ganancias monetarias. La energía eléctrica, apenas pasa por su organismo. Sólo mantenga el cuerpo de su pequeño en un lugar limpio y seco. No se quede sin luz en esta cuarentena. ¿Quién lo quiere? ¿Quién lo va a querer? ¿Quién lo va a llevar? ¡Acérquese! Mire, le incluyo todo el conjunto: la estructura metálica, la estructura metálica, llévesela, con todo y baterías, incluye el cable de carga con entrada USB y el concentrador, todo el paquete completo, para que no lo ande pagando más caro, lléveselo en caliente.

Alguien del tumulto se acerca a comprar un Baby H. P. y le avientan una caja con el paquete completo.

Señor Juan José: Pero ¿Cómo funciona? ¿Realmente se puede hacer negocio con eso?

Vendedor: Caballero, el Baby H. P. se alimenta con la inagotable energía de los pequeños del hogar. Entre más travieso, más enojón, más berrinchudo es el niño, es la niña, mayor es la ganancia de energía que se obtiene en la batería y que se vacía en el concentrador. Aquí le tenemos el testimonio de un usuario satisfecho para que se anime a comprarlo.

Un hombre con su hijo se abre paso entre la multitud, quien trae el Baby H. P. puesto como si fuera un perro. El niño hace rabietas como si ladrara y los demás miran cómo la luz de la batería se ilumina hasta llenarse. El tumulto se sorprende. Un momento después, el hombre le da una paleta al niño.

Señor Testimonio: La rabieta que acaban de presenciar es suficiente para tener la computadora encendida una hora. Procuren su dotación de golosinas al final para un mejor desempeño del chamaco. ¿Cuántos se lleva? Le voy a armar su paquete, mire nada más, qué calidad de estructura metálica, amarres de excelencia; le pongo una, le pongo dos, le pongo tres baterías de una hora y el concentrador. ¿Quién lo paga? (En el tumulto alguien grita que lo quiere, señor Testimonio le da una caja.) Sale uno por allá, lléveselo ya. Otro más, traigo otro más, este se los voy a vender con todo y morrito, llévese el paquete completo con el escuincle insolente, ya viene empacado, con baterías llenas y el chamaco enojado. No le gusta, viene y se lo cambio. Aproveche esta oportunidad de negocio.

Señor Juan José: ¡Me llevo dos! Con esto seguro que tendré un ingreso extra de dinero.

Vendedor: Salen dos para el señor, paquete completo, dos por allá, cómo no.

Señor Juan José se lleva dos cajas. Apenas puede con ellas, se mueven solas y dentro se escuchan ruidos de niños quejándose. Señor Juan José sale de escena. Oscuro.

Escena III

El señor Juan José está amarrado como perro con el Baby H. P. encima, dos niños bailan a su alrededor. Él hace una rabieta que parece como si ladrara. Los niños ríen con fuerza mientras se oscurece el escenario.

Como pudiste darte cuenta al revisar la adaptación del cuento en obra de teatro, es una adaptación muy ingeniosa, en particular, es muy atractivo que el protagonista sea el señor Juan José, que esté dirigido a los amos de casa y no a las amas de casa, lo cual, como se ha dicho, al analizar el cuento, cambia el efecto; también se recuperó el lenguaje informal y las acciones se situaron en el presente, en México. El final también es muy simpático, irónico ¡Pobre señor Juan José!

Antes de terminar esta sesión realiza una breve recapitulación de los aprendizajes y las actividades que llevaste a cabo al trabajar con la práctica social del lenguaje 8: Adaptar un cuento como obra de teatro.

Primero identificaste las principales particularidades de una obra de teatro y de un cuento, y reflexionaste en torno a las semejanzas y diferencias fundamentales entre ambos tipos de texto.

También conociste las características de las voces narrativas en obras de teatro y en cuentos, diferenciaste el discurso directo y el indirecto.

Y seleccionaste el cuento que ibas a adaptar a obra de teatro, lo cual te llevó a leerlo; luego planificaste una obra de teatro, redactaste el borrador, lo revisaste y lo ensayaste para posteriormente poder compartirlo.

El reto de hoy:

Presenta la adaptación de tu cuento, a obra de teatro a tus familiares, poniendo toda tu concentración y entusiasmo, seguramente serán momentos muy agradables para todos y todas.

Si te es posible, consulta otros libros o materiales para saber más. Si tienes la fortuna de hablar una lengua indígena aprovecha también este momento para practicarla y plática con tu familia en tu lengua materna.

 

¡Buen trabajo!

Gracias por tu esfuerzo.

Para saber más:

Lecturas

https://www.conaliteg.sep.gob.mx/

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