¡Qué asco! No lo quiero ni imaginar
¡Qué asco! No lo quiero ni imaginar
Aprendizaje esperado: estima cómo la sensación del asco le permite llevar a cabo reacciones de protección ante sustancias tóxicas.
Énfasis: estima cómo la sensación del asco le permite llevar a cabo reacciones de protección ante sustancias tóxicas.
¿Qué vamos a aprender?
Aprenderás como es la sensación del asco y conocerás las reacciones que tienes ante sustancias toxicas.
¿Qué hacemos?
Héctor conoció a la Doctora Marasco Curati, una experta en la emoción del asco. Ella se encontraba muy atenta escribiendo notas muy importantes sobre algunos experimentos en su cuaderno.
Mientras Héctor la veía, tuvo la sensación de tener sed y tomo una botella de agua que estaba sobre la mesa.
La destapo y le llego un olor super fuerte y muy desagradable, pues la botella realmente estaba llena de cloro. La cara de Héctor cambio totalmente, arrugo su nariz, frunció la boca, cerro los ojos, bajo las cejas y dijo:
¡Guácala! ¡Qué asco! Y pensar que me la iba a tomar.
La doctora estaba muy aliviada, pues afortunadamente el aroma era tan fuerte y que la nariz de Héctor lo detectó de inmediato. El aroma era tan desagradable que puso en alerta a Héctor para evitar ponerlo en riesgo. Héctor considero que, es muy importante colocar etiquetas a las botellas, o mejor aún, evitar utilizar envases que no corresponden al producto para evitar accidentes.
La doctora estuvo de acuerdo con Héctor, le hizo sabes que, esta situación también servía para hablar de lo importante que es la emoción del asco, pues esta te alerta ante sustancias o situaciones que pueden ser tóxicas y muy dañinas si entran al cuerpo.
La emoción del asco es una de las más importantes, pues a través del olfato y el sentido del gusto, el cuerpo es avisado de un posible riesgo, si Héctor no hubiera sido avisado por su nariz que lo que había en la botella en realidad era cloro, el se lo habría bebido y seguramente estaría camino al hospital.
El asco no sólo te salva de sustancias tóxicas, también lo hace de enfermedades.
¿Alguna vez has olido comida echada a perder?
Es horrible, ¿Verdad?
Al olerlo, tú cuerpo la rechaza de inmediato, pues tu asco manda una alerta que parece que dijera ¡Peligro, comida en mall estado! Esto nos pasa a todas las personas y en distintas circunstancias.
Observa lo que les sucedió a estos niños al comer en diferentes lugares.
Del minuto 9:07 a 9:29
Después de ver los videos, contesta.
¿Qué hubiera pasado si Renata se hubiera comido a la mosca que estaba en su comida?
¿Qué pasaría si Iktan se come su comida después de que la persona tosió sin taparse la boca sobre su plato?
Seguramente Renata habría tenido un dolor de panza horrible, las moscas andan por lugares muy sucios y pueden transmitir enfermedades. Qué decir de Iktan, seguramente su comida termino con bastantes gérmenes e incluso virus.
¿Y sabes qué sintieron cuando su cuerpo detectó peligro?
Sintieron asco y el asco sirvió para que tomaran la decisión de no comer eso.
Héctor le compartió a la doctora una experiencia que tuvo en un viaje que realizo al Amazonas. Ahí le dieron un platillo exótico, a él le gusta conocer y probar de todo, por eso se comió el platillo sin chistar, pero en el fondo del plato, casi cuando se lo terminaba, descubrió que había una cola de rata peluda. ¿Te imaginas lo que sintió?
¡Asco!
Héctor salió corriendo y vómito, sentía el estómago revuelto y la gente lo miraba con desagrado, por mucho tiempo su nariz recordaba el desagradable olor de la sopa de rata peluda.
El vómito es una de las cosas que pueden pasar cuando se activa el asco y sirve para expulsar lo que tu cuerpo reconoce que puede hacerte daño, claro, el vómito es asqueroso, pero fabuloso para evitar que te enfermes.
¿Cómo es que el cuerpo se da cuenta de que algo puede hacerte daño? Escribe en tu cuaderno lo que imaginas.
El cuerpo detecta eso a través de los sentidos, por ejemplo, es común que, al oler comida en descomposición, sientas asco y decidas no comerla.
Para conocer más acerca del sentido del olfato, lee con atención.
El sentido del olfato.
El olfato, como les decía, es uno de los cinco sentidos, y es la forma en que nuestro cuerpo se comunica con el mundo a través de los aromas o los olores.
Vamos a imaginar a los olores como un humito o vaporcito que entran por nuestra nariz. A veces sí es un humo, otras veces no se ve.
Pero bueno, les cuento su camino. Es humito o vapor, entra por la nariz y lo primero que se encuentra, es con los vellos, pasando por la mucosa (Susurrando) no, no los mocos, la mucosa, un tejido muy suave que está dentro de nuestra nariz. Una vez que entra el olor a nuestro cuerpo y pasa por la mucosa, entonces manda una señal a nuestro cerebro de que algo nuevo entró al cuerpo. Ahí el cerebro dice: “este olor es agradable” o dice “eso es comida deliciosa, pruébala” o también “Este olor es peligroso, ¡cuidado”.
Poner atención a las señales que nos dan nuestros sentidos es muy importante para nuestra seguridad y también, para conocer cosas nuevas que nos gusten. No los ignores y atiende sus señales.
El olfato es uno de los sentidos que te alerta, como en el caso del cloro que estuvo a punto de beber Héctor.
En otra ocasión, el mismo le dio un trago a una botella de perfume pensando que era jugo de fresa; el aroma era delicioso, pero el sabor era horrible porque no era para beber. Justamente otro de los sentidos que activan el asco, es el sentido del gusto; el cual, te dice a qué saben las cosas.
Lee con atención la siguiente información y conoce más sobre él:
¿Sabían que el sentido del gusto nos alerta cuando estamos cerca de una sustancia que puede ser tóxica?
Así como el olfato se activa cuando un olor entra por nuestra nariz, el gusto se activa cuando un sabor entra en contacto con la boca, específicamente, con la lengua. La lengua se encarga de distinguir qué sabor es ese que entró a nuestro cuerpo. Lo primero que hace la lengua es decir si este sabor es salado, dulce, ácido o amargo.
El sabor dulce se distingue en la punta de la lengua; el salado en la parte abajo, a los lados; los ácidos en la parte de arriba, a los lados; y el amargo, en la parte superior de la lengua. Seguramente tú estás pensando en qué pasa cuando la lengua detecta un sabor agridulce, por ejemplo, en ese caso, se activan muchos lados de la lengua al mismo tiempo. Fantástico, ¿Verdad?
Pero les decía que el gusto nos puede ayudar a detectar cosas que son peligrosas, para que no entren a nuestro cuerpo. Si un sabor es muy amargo, ácido o intenso, nos hace escupir de inmediato o incluso, vomitar aquello que nos pareció tan desagradable para que no pueda hacernos daño.
Así que la próxima vez que sientas asco, agradece que tu sentido del gusto te dio esa alerta para evitar que algo te haga daño.
Como puedes darte cuenta, el sentido del olfato y el gusto te ayudan a no enfermarte.
Los experimentos de la Doctora Marasco Curati.
Hace un tiempo, la doctora realizo algunos experimentos con niñas y niños en los que los sentidos los salvaron de un muy mal rato.
Observa los siguientes videos y conoce lo que sucedió.
- Niño que prueba una manzana podrida.
https://youtu.be/U5IQAL7EpT0
Del minuto 18:35 a 18:55
Como puedes ver en este video de evidencia científica, Samuel logró sacar una manzana podrida de su boca, antes de que le hiciera daño.
El aroma no lo alertó, pero el sabor sí.
Es importante confiar en lo que el cuerpo te dice. - Video de Landon.
https://youtu.be/U5IQAL7EpT0
Del minuto 19:29 a 19:52
El sentido del gusto puede dar gusto o asco. Con este sentido se puede detectar algo que no quieres consumir y que además te hará daño.
¿Viste la reacción de Landon y cómo cambia la cara? Pareciera que quiere vomitar. - Video de María.
Del minuto 20:27 a 20:57
Igual que el caso de Héctor, a María el asco le salvó la vida y la etiqueta que tiene la botella de María, es la que le falto a la botella de Héctor.
https://pixabay.com/images/id-98648/
Para la siguiente actividad, piensa en las siguientes situaciones, observa las imágenes y menciona cuáles te causan asco, y cómo te puedes poner a salvo.
Cucaracha caminando por la comida.
https://pixabay.com/es/photos/cucaracha-escarabajo-pest-insectos-70295/
Seguramente te causará asco ver o pensar en ello, y por supuesto, no comerías eso.
Rosa.
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¿Te da asco lo que ves?
Las rosas huelen muy bien, y a muchos y muchas les gustan muchísimo.
Parque, donde hay mucha basura tirada, se ven cosas desagradables.
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¿Te acercarías a ese lugar?
Respirar el olor de ese montón de basura, podría hacerte mucho daño.
¿Qué sientes al ver esta imagen?
No se había hablado de esto, pero también se puede sentir asco cuando vemos o sufrimos injusticias o con los que no estamos de acuerdo, por ejemplo, cuando alguien maltrata a un animal o cual alguien se burla groseramente de otra persona.
Heces de un animal.
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¡Qué asco! ¿Verdad?
Pisar esto es tan desagradable, pues queda oliendo horrible y dan muchas ganas de vomitar.
Recuerda que la emoción del asco tiene una función de supervivencia y siempre te permitirá ponerte a salvo de situaciones de riesgo, desde leves, hasta graves.
Si no existiera el asco, te la pasarías enfermo o morirías por comer, beber u oler cosas que te hacen daño.
El reto de hoy:
Identifica cuáles son las sustancias que te causan asco y anótalas en una bitácora o libreta de notas. Explica qué harías para alejarte y ponerte a salvo. No olvides comentar con tu maestra o maestro, o bien con tu familia, cómo te sientes ante estas situaciones de asco y cómo te ayudan a ponerte a salvo.
Si te es posible consultar otros libros y comenta el tema de hoy con tu familia.
¡Buen trabajo!
Gracias por tu esfuerzo.
Para saber más:
Lecturas
https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/533113/2o-Cuaderno-OK-PNCE.pdf