¡Es momento de reír! La comedia
¡Es momento de reír! La comedia
Aprendizaje esperado: utiliza la forma, el color y los sonidos para construir la historia de un personaje.
Énfasis: selecciona un personaje de una comedia teatral; identifica y representa su ritmo, tono y particularidades..
¿Qué vamos a aprender?
Construirás la historia de un personaje de una comedia teatral, para ello podrás identificar y representar su ritmo, tono y particularidades. Conocerás que el personaje cómico tiene un vicio de carácter, que en este caso es la mentira. Comprenderás qué en la comedia, aunque hace reír al público, no es fácil hacerlo.
¿Qué hacemos?
Se le llama comedia a uno de los más antiguos géneros dramáticos, opuesto en su temática a la tragedia, es decir, caracterizado por tramas y narraciones que evocan a la risa y que tienen un final feliz.
La comedia al igual que la tragedia nació y se desarrolló en Grecia, también es considerado un género mayor, que tiene un sinfín de derivados, mediante la comedia se hacen evidentes múltiples vicios o defectos de las formas o maneras de actuar.
¿Y cuáles son esos vicios o defectos?
Generalmente se trata de vicios y defectos relacionados con las malas costumbres, que por lo regular, ponen en ridículo al personaje. Está situación bochornosa, ocasiona la risa con la finalidad de que estos vicios sean expuestos y corregidos, se señalan defectos como el engaño, robo, estafa, avaricia, el ocio, entre otros.
¿Cuáles serían las características de un personaje de comedia?
La comedia, al contrario de la tragedia, lo que más produce es risa. El personaje cómico, a diferencia del personaje trágico, posee una baja calidad moral, por eso se le llama antihéroe, ya que no es ningún ejemplo de imitación, al contrario, encarna algún vicio o defecto de carácter de los seres humanos, como mentir, por ejemplo.
El personaje cómico se ocupa en todo momento de evitar ser descubierto, para clarificar con ejemplos, observa algunos personajes de la obra, La importancia de llamarse Ernesto, del escritor irlandés Oscar Wilde.
Esta obra, La importancia de llamarse Ernesto, es protagonizada por dos hombres que simulan llamarse Ernesto, ¿Por qué tal simulación? Porque uno de ellos pretende casarse con una mujer ilusionada y obsesionada por contraer matrimonio con un hombre que se llamara así Ernesto.
Cómo te imaginarás, esto produce una serie de confusiones y enredos, para variar, parecería que no habrá solución, pero al final, el resultado no es tan malo, las comedias normalmente terminan con un final feliz.
Otra característica de la comedia es que los personajes se libran de situaciones difíciles o embarazosas a veces en alianza con la casualidad. El personaje es un tipo con suerte, a veces, aunque no para siempre.
Observa la radiografía de este primer personaje, Jack Worthing, es un hombre cuyo origen se desconoce, ya que fue encontrado en un bolso, abandonado en una estación de ferrocarril, vive en el campo y es tutor de una joven huérfana, aparentemente tiene un proceder intachable, sin embargo, tiene una doble vida.
¿Doble vida?, ¿Porqué?
Debido a que inventó un hermano imaginario cuyo nombre es Ernesto, al que supuestamente tiene que ir a visitar a la ciudad con frecuencia, pues él sí tiene muchos defectos: es parrandero, mujeriego y bebedor. Cuando Jack va a la ciudad, adopta la personalidad de Ernesto para hacer todo lo que Jack no podría.
Entonces el vicio de Jack es su doble personalidad. ¡Es todo un pícaro! Hay mucha razón en ello.
Entre los personajes de la comedia figuran: el pícaro, el charlatán, el ladrón, el avaro, entre muchos otros quienes siempre quedan en ridículo a causa de sus vicios y defectos.
- Clip 1. Personaje Jack Worthing.
https://youtu.be/Z47kXnan0vM?t=597
Del minuto 9:57 a 10:38
El siguiente personaje es Gwendoline Fairfax. Es hija de Lady Bracknell y prima del mejor amigo de Jack, Algeron Moncrieff, ella siempre ha soñado con casarse con un hombre de nombre Ernesto, pues este nombre le representa confianza, seriedad y honestidad, cualidades que, sin duda busca en un hombre.
Gwendoline representa a la alta sociedad aristocrática, PRETENCIOSA, es tanta su elevada autopercepción que cae en el ridículo. Cómo ridícula, es su terquedad y devoción por el nombre de Ernesto, lo cual nos habla de alguien preocupada por las formas y lo superficial.
Ahora observa un fragmento de esta obra, un ejemplo de comedia.
Conoce la radiografía de Gwendoline. - Clip 2. Personaje Gwendoline Fairfax.
Del minuto 11:47 a 12:40
Realiza la lectura de un fragmento de la obra, La importancia de llamarse Ernesto de Oscar Wilde.
JACK. ¡Qué hermoso día hace, Miss Fairfax!
GWENDOLINE. No me hable usted del tiempo, míster Worthing, se lo ruego. Siempre que una persona me habla del tiempo, tengo la absoluta seguridad de que quiere dar a entender otra cosa, eso me pone nerviosísima.
JACK. Yo quiero dar a entender otra cosa.
GWENDOLINE. Ya me lo figuraba, realmente no me equivoco nunca.
JACK. Yo quisiera que me fuese permitido aprovechar la ocasión favorable creada por la ausencia momentánea de lady Bracknell.
GWENDOLINE. Yo le aconsejaría, sin duda, que lo hiciese. Mamá tiene una manera de volver a entrar de repente en una habitación, que me ha obligado a reñirla muchas veces.
JACK. (Nerviosamente) Miss Fairfax, desde que la conocí a usted, la admiré más que a ninguna otra muchacha, desde que la conocí a usted, la conocí…
GWENDOLINE. Sí, ya estoy perfectamente enterada de eso, con frecuencia he deseado que hubiera usted sido más expresivo, en público, por lo menos. Ha tenido usted siempre para mí un encanto irresistible. Aun antes de conocerle, estaba usted lejos de serme indiferente. (JACK la mira atónito.) Vivimos, como usted sabe, míster Worthing, en una época de ideales. Es un hecho que nos recuerdan constantemente en las revistas mensuales más caras, y que ha llegado, según me han dicho, hasta los púlpitos de provincias; y mi ideal ha sido siempre amar a un hombre que se llamase Ernesto. Hay en ese nombre algo que inspira una absoluta confianza, desde el momento en que Algernon me indicó que tenía un amigo llamado Ernesto, comprendí que estaba destinada a amarle a usted.
JACK. ¿Me ama usted de verdad, Gwendoline?
GWENDOLINE. ¡Apasionadamente!
JACK. ¡Alma mía! No sabe usted lo feliz que me hace.
GWENDOLINE. ¡Mi Ernesto!
JACK. ¿Pero no querrá usted realmente decir que no podría amarme si no me llamase Ernesto?
GWENDOLINE. Pero usted se llama Ernesto.
JACK. Sí, ya lo sé, pero suponiendo que me llamase de otro modo, ¿Quiere usted decir que entonces le sería imposible amarme?
GWENDOLINE. (Con volubilidad.) ¡Ah! Eso es evidentemente una especulación metafísica, y como la mayoría de las especulaciones metafísicas tiene muy poca relación con los hechos efectivos de la vida real, tal como los conocemos.
JACK. Personalmente, amor mío, se lo digo con toda franqueza, me tiene sin cuidado llamarme Ernesto, no creo que ese nombre me siente del todo bien.
GWENDOLINE. Le sienta a usted perfectamente, es un nombre divino. Tiene música propia, produce vibraciones.
JACK. Pues yo, la verdad, Gwendoline, debo confesar que hay, a mi juicio, una porción de nombres mucho más bonitos. Creo que Jack, por ejemplo, es un nombre encantador.
GWENDOLINE. ¿Jack? No; tiene poquísima música ese nombre, si es que realmente tiene alguna. No conmueve. No produce absolutamente ninguna vibración. He conocido varios Jacks, y todos ellos, sin excepción, eran de una fealdad extraordinaria, además, Jack es el nombre corriente de los infinitos Juanes, criados y yo compadezco a toda mujer que se casa con un hombre llamado Juan, probablemente no le estará permitido conocer jamás el placer arrebatador de un solo momento de soledad. Realmente, el único nombre que merece confianza es Ernesto.
JACK. Gwendoline, es preciso que vaya a bautizarme digo, es preciso que nos casemos inmediatamente. No hay un momento que perder.
GWENDOLINE. ¿Casarnos, míster Worthing?
¿Qué te pareció este pequeño fragmento?
¡Vaya que es todo un enredo! Se puede ver el conflicto en que se mete el personaje por adoptar otra identidad, y claramente la situación se torna más y más cómica a medida que el personaje intenta seguir fingiendo ser lo que no es.
Y todo este enredo transcurre mientras apreciamos un ritmo rápido y ligero, así se va construyendo lo que llamamos un tono festivo. ¡La comedia tiene un tono festivo! A diferencia de la tragedia que tiene un tono solemne, grave.
Si te es posible, juega realizando un ejercicio comparativo entre la tragedia y la comedia, seguro te divertirás mucho, podrás hacer gestos corporales acordes a una actuación trágica y después posturas corporales propias del tono cómico, de acuerdo con la música que se te presenta a continuación.
Realiza ademanes con gestos en rostro y cuerpo del tono trágico, mientras suena La lacrimosa y el tono cómico mientras suena Allegro ambas de Wolfgang Amadeus Mozart. Juega con el cuerpo, intentando ofrecer un panorama gestual de ambos géneros. Además, es importante que a través del contraste puedas puntualizar el tono del género.
- Audio. La lacrimosa. Wolfgang Amadeus Mozart.
https://www.youtube.com/watch?v=k1-TrAvp_xs&ab_channel=RosaMusic - Allegro de Wolfgang Amadeus Mozart.
https://www.youtube.com/watch?v=40ZbV6jmKlg&ab_channel=historiasclasicas
Como pudiste darte cuenta, en estas sesiones sobre los dos grandes géneros del teatro, pudiste constatar que ambos son divertidos y útiles a la sociedad y, bueno, la comedia es un género muy divertido, seguramente te diste cuenta que hacer comedia, no es una tarea fácil.
Los escritores de comedia son muy ingeniosos, ¡causar risa a partir de situaciones desafortunadas e incómodas! no es nada facil, hay algo importante a recalcar en las comedias no es que se hagan los graciosos, entran en una situación que por absurda que sea, se convierte en cómica.
Es increíble que el ser humano tenga la capacidad de reírse de una situación para así poder analizarla y mejorarla.
Ya sea una comedia de situación y/o de enredos, las actuaciones son muy serias y profesionales, porque el personaje no se ríe de lo que le está pasando, lo vive intensamente, los que ríen son los espectadores. La comedia son historias muy estructuradas.
Explora, juega y al mismo tiempo empieza a ser crítico de la conducta humana a partir del humor.
El reto de hoy:
Comparte con algún familiar cercano tus opiniones sobre el género de la comedia. Invítalo a jugar el juego de la mentira gorda. Explícale que es sólo un juego para divertirse y hacer ver cuán absurda, ridícula y fuera de lugar es la mentira.
Consiste en que una persona va a plantear una situación absurda e increíble y la otra va a empezar a hacerle preguntas, y con cada pregunta las respuestas se vuelven más enredadas, el conflicto va creciendo hasta que acaba en una situación difícil de sostener. Seguro se divertirán mucho.
Si te es posible, consulta otros libros o materiales para saber más sobre el tema.
¡Buen trabajo!
Gracias por tu esfuerzo.
Para saber más:
Lecturas