Del lenguaje teatral y los diálogos

 

Del lenguaje teatral y los diálogos

Aprendizaje esperado: reconoce algunos de los valores de la época en que fue escrita la obra leída.

Énfasis: analizar el lenguaje de obras de teatro.

¿Qué vamos a aprender?

Los materiales que necesitarás son tu cuaderno, lápiz o bolígrafo para tomar notas. También ten a la mano tu libro de texto.

Recuerda que todo lo que aprendas es para fortalecer tu conocimiento, así que se te recomienda llevar un registro de las dudas, inquietudes o dificultades que surjan durante los planteamientos en la sesión, pues muchas de éstas las podrás resolver al momento de consultar tu libro de texto y revisar tus apuntes.

Trabajarás con diversos textos dramáticos como El perro del hortelano de Lope de Vega, Historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo, y Becket o el honor de Dios de Jean Anouilh. Así como un fragmento del texto narrativo de “Cuento contemporáneo” de Ángel de Campo.

¿Qué hacemos?

Existen unos textos que contienen los diálogos de las obras dramáticas, dichos textos se conocen también con el nombre de guion.

Para levantar el telón, como se dice en el teatro, se eligió un fragmento para analizar los elementos que le conforman, se puede trabajar con la adaptación de un cuento a texto dramático.

Lee el siguiente texto:

LA MESA CHICA

Ángel de Campo

—¡Qué muchachería!

—Muy quietecitos, ¿eh?

—No den su plato, no dejen su cubierto y cállense. Ya se les va a servir.

—A su lugar… al que se pare no le sirvo. Siéntate, José. Vayan pasando sus platos; no me pidan, porque me atarantan.

—A su hora se les dará —respondía, poniendo en ridículo al solicitante

Observa bien el texto y responde las siguientes preguntas:

¿Cuántos personajes intervienen en el diálogo?

¿Puedes hacer una breve descripción de los personajes?

¿Qué le faltaría a la adaptación para que pudieras hacer tu lectura en atril de forma correcta?

Este pequeño texto será una actividad. Complementarás los elementos que faltan.

Si observas, aunque en el guion se indica en qué momento entran los diálogos, no existe ninguna otra referencia, y eso impide conocer quién está en diálogo y cuántos personajes intervienen en la escena.

Del texto puedes inferir que hay una persona adulta, pues al principio se dirige a unos niños, pero si quisieras leerlo tendrías que ponerte de acuerdo para saber cuándo intervenir, ya que el texto no lo detalla.

El texto teatral se diferencia del narrativo en que la historia se cuenta por medio de diálogos. Por lo tanto, en un texto dramático encuentras dos tipos de texto: el primario, aquel que pronuncian los personajes y que identificas como diálogos, y el texto secundario, que ayuda a comprender la situación y a conocer todos aquellos datos imprescindibles para la narración; es decir, las acotaciones.

Para ejemplificar estos textos, durante la sesión trabajarás con algunos fragmentos de obras dramáticas, comenzarás con Historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo escrita en 1948.

En ella se pone en escena a tres generaciones que habitan un mismo inmueble para representar la frustración social y existencial en la vida española de la primera mitad del siglo XX.

A través de las historias de distintos vecinos que se reúnen en torno a la escalera, se construye una crítica sobre la pobreza y la desesperanza en la sociedad española, que termina generando entre los personajes resentimientos, envidias, mentiras y rencor.

Lee un fragmento de esta historia.

Historia de una escalera

Acto primero

El espectador asiste, en este acto y en el siguiente, a la galvanización momentánea de tiempos que han pasado. Los vestidos tienen un vago aire retrospectivo.

(Nada más levantarse el telón vemos cruzar y subir fatigosamente al COBRADOR DE LA LUZ, portando su grasienta cartera. Se detiene unos segundos para respirar y llama después con los nudillos en las cuatro puertas. Vuelve al I, donde le espera ya en el quicio la SEÑORA GENEROSA: una pobre mujer de unos cincuenta y cinco años.)

Cobrador: La luz: dos pesetas. (le tiende el recibo. la puerta iii se abre y aparece paca, mujer de unos cincuenta años, gorda y de ademanes desenvueltos. el cobrador repite, tendiéndole el recibo.) la luz. cuatro diez.

Generosa. (mirando el recibo.) ¡dios mío! ¡cada vez más caro! no sé cómo vamos a poder vivir. (se mete.)

Paca. ¡ya, ya! (al cobrador.) ¿es que no saben hacer otra cosa que elevar la tarifa? ¡menuda ladronera es la compañía! ¡les debía dar vergüenza chuparnos la sangre de esa manera! (el cobrador se encoge de hombros.) ¡y todavía se ríe!

Cobrador. no me río, señora. (a elvira, que abrió la puerta ii.) buenos días. la luz. seis sesenta y cinco.

(Elvira, una linda muchacha vestida de calle, recoge el recibo y se mete.)

Buero Vallejo, Antonio. “Historia de una escalera”.

Biblioteca-irc en octubre de 2003

Regresa sobre la lectura que acabas de hacer, pero imagina que estás en un escenario, seguramente ahora podrás darte cuenta que hubo dos párrafos cuya lectura se omite y también observaste que no lees algunas frases que estaban escritas entre paréntesis.

No se leen ciertos fragmentos porque forman parte del texto secundario, es decir, de las acotaciones, y aunque éstas son sumamente importantes, están escritas para que las lean el director y los actores, no el público.

También después del título y autor se encontraba un subtítulo grande que dice Acto primero.

La estructura de las obras dramáticas está compuesta por actos, cuadros y escenas.

Los actos son los periodos de tiempo más largos en los que se divide la obra, normalmente están marcados por un oscuro (cuando se apagan las luces), por la caída del telón o un receso. Dentro de cada acto, puedes encontrar escenas y cuadros.

Las escenas son las partes en que se dividen los actos.

Se dice que hay un cambio de escena cuando se produce el cambio sobre la escena anterior: entra o sale un personaje, se cambia de espacio.

¿Y cuáles son las partes en que se dividen los actos? En escenas.

¿Cuántos actos debe tener un texto dramático?

Hasta el siglo XVIII, la mayoría de los textos dramáticos se conformaban de 5 actos, pero este formato cambió con el tiempo y los textos actuales tienen generalmente 3 y hay algunos muy cortos que tienen solo un acto.

Si analizas el fragmento, éste muestra el inicio del primer acto y posteriormente tienes una sucesión de escenas: en la primera aparecen el cobrador y Generosa, y se marca el cambio de escena con la aparición de Paca.

Otro aspecto interesante para comentar es cómo transcurre y se manipula el texto dramático: en el teatro no se puede representar más que una cosa a la vez, es decir, que no pueden representarse acciones que sucedan de manera simultánea: los espectadores presencian una escena a la vez, aunque haya varios personajes involucrados.

Además, el dramaturgo o autor de la obra tiene la libertad de manipular el tiempo y las situaciones como mejor le convenga a la historia que quiere contar, puede ir hacia atrás o hacia delante en el tiempo y manejar la duración como prefiera.

A partir del diálogo y las acciones, se puede presentar una historia cuyo antes y después sólo resulta accesible a través de las palabras de los personajes, es decir, en un breve diálogo puede comunicarse al espectador que han pasado cinco minutos o tres años, y esto proporciona los referentes necesarios para entender la situación y el conflicto.

Por ejemplo, esta obra se divide en tres actos y cada uno de ellos lo representa una generación diferente; por lo tanto, es una sucesión de años en la historia.

El primer acto transcurre en un día de 1919. Carmina y Fernando, dos jóvenes que viven en un modesto inmueble, se encuentran en el rellano o «casinillo» de la escalera.

El segundo acto tiene lugar diez años después. Urbano le pide a Carmina que lo acepte por esposo. Elvira y Fernando se han casado.

El tercer acto sucede en 1949, año en que se estrenó la obra. Fernando, hijo de Elvira y Fernando, y Carmina, hija de Urbano y Carmina, están enamorados, pero sus padres han prohibido esta relación debido a la amargura y la frustración que les produce su propio fracaso.

Si la extensión de la historia que se requiere presentar es larga, deberá estar condensada para poder adecuarse al tiempo de escenificación, cuanto mayor es la diferencia entre la extensión de la historia y el discurso, más necesidad hay de utilizar recursos temporales tales como elipsis, analepsis o prolepsis.

Observa el siguiente video del minuto 03:18 al 05:25 para repasar dichos conceptos.

  1. Reconocimiento de herramientas del tiempo ficticio: elipsis, flashforward y flashback

https://youtu.be/0I0lAXnkfjY

Para apoyar esos cambios de tiempo se pueden ayudar de otros recursos, por ejemplo: una alusión verbal de un personaje, una frase, un cambio en el decorado, una iluminación diferente…

Comprueba estos elementos de espacio y tiempo en el siguiente fragmento de la obra: Becket o el honor de Dios es una obra de teatro escrita en francés por Jean Anouilh.

Se trata de una representación del conflicto entre Tomás Becket y el rey Enrique II de Inglaterra, que conduce al asesinato de Becket en 1170. Lee las primeras acotaciones para tener una idea del lugar y la época en que se sitúan.

Acto primero

Cuadro primero

La Catedral. Fondo neutro. Columnas esparcidas. La tumba de Becket, en mitad del escenario. Una losa con su nombre esculpido.

(Dos soldados se apostan a lo lejos. Entra el rey con su corona. Un paje le sigue a distancia. El rey duda un momento. Se quita el manto. Torso desnudo. Cae de rodillas, rezando ante la tumba. Detrás de las columnas, entre las tinieblas, adivinamos unas sombras inquietantes.)

El Rey: ¿Tomás Becket, estás contento? Aquí me tienes, desnudo, esperando a los frailes de tu orden. ¡Qué fin más triste ha tenido nuestra historia! Tú, pudriéndote bajo esa losa, con el cuerpo atravesado por los cuchillos de mis barones y yo aquí, como un cretino, con el torso desnudo, expuesto a las corrientes de aire, esperando a que tus frailes vengan a azotarme. ¿No hubiera sido mejor habernos entendido?

(Becket, de arzobispo, como el día de su muerte, surge tras una columna.)

BECKET: (Dulcemente.) No podíamos entendernos.

EL REY: Yo te dije: “Todo, excepto el honor del reino”.

BECKET: Y yo te contesté: “Todo, excepto el honor de Dios”. Era un diálogo entre sordos.

EL REY: ¡Qué frío hacía en la llanura de la Ferté-Fernard la última vez que nos vimos! Es curioso, siempre hizo frío en nuestra historia, menos al principio, cuando éramos amigos y salíamos juntos, de correrías, en busca de mujeres.

El texto que acabas de leer corresponde a la acotación escénica con que se inicia la obra, observa que en ella están presentes ciertos indicadores temporales que informan acerca del tiempo histórico en el que se desarrolla, pues al situar la acción en la tumba de Becket indica que la historia se moverá hacia atrás en el tiempo.

Después, dentro del diálogo, los personajes saltan de un momento a otro, te llevan a ese tiempo en que eran amigos y se llevaban bien, y vuelven a los momentos de sus diferencias, hasta terminar en la ejecución de Becket por parte del rey.

Practica un poco con estos diálogos:

  1. ¿Qué tiempo verbal predomina en el texto (presente, pasado o futuro)?
  2. ¿Cuánto tiempo transcurre aproximadamente a lo largo de los diálogos leídos?
  3. ¿En dónde ocurre la acción?

Comienza por la pregunta final: el lugar es la tumba de Becket, en la Catedral, esa información se toma de la acotación inicial.

¿Cuánto tiempo transcurre? Al inicio unos minutos, pero posteriormente en el desarrollo de la conversación retroceden muchos años.

¿Qué tiempo verbal predomina en el texto?

Comienza con presente pero posteriormente vemos los verbos en pasado y pospretérito, ya sea en sus tiempos simples como en sus tiempos compuestos e incluso algunos subjuntivos que no maneja un tiempo en sí sino un deseo.

La analepsis es una técnica, utilizada tanto en el cine y la televisión como en la literatura, que altera la secuencia cronológica de la historia, conectando momentos distintos y trasladando la acción al pasado.

Se utiliza con bastante frecuencia para recordar eventos o desarrollar más profundamente el carácter de un personaje. Es una vuelta repentina y rápida al pasado del personaje, diferente al racconto, que es también un quiebre en el relato volviendo al pasado, mucho más pausado y menos repentino, pues casi siempre consiste en un personaje contando algo que sucedió en el pasado, pero sin romper la escena.

Los textos dramáticos están construidos para ser actuados, y sus componentes pueden variar según la época, el estilo al que pertenece, el autor o la obra en sí.

Esto es muy evidente con las acotaciones, que en las tragedias griegas son casi inexistentes, por ejemplo, mientras que en las obras que pertenecen al periodo conocido como el clasicismo francés las componía el autor mientras montaba la obra con los actores, y recibían el nombre de didascalias.

En el caso de las obras de teatro del Siglo de Oro español, las acotaciones estaban muy poco desarrolladas, y para ilustrarlo conocerás un fragmento de El perro del hortelano de Lope de Vega, una comedia publicada en 1618.

Como dato curioso, el título hace referencia a una expresión idiomática que dice de alguien que es “como el perro del hortelano, que no come ni deja comer”.

El perro es un animal que no come las verduras del huerto de su amo, pero no deja que los demás animales las coman. Todas las frases tienen relación con la obra, pues en ella la condesa Diana no puede amar a Teodoro y por eso, no le deja amar ni ser amado por cualquier otra persona.

Lee un fragmento del Acto I, donde La Condesa de Belflor, Diana, conversa con Fabio, un criado.

(Sale FABIO, criado)

FABIO

¿Llama vuestra señoría?

DIANA

Para la cólera mía

Gusto esa flema me da.

Corred, necio, enhoramala,

pues merecéis este nombre,

y mirad quién es un hombre

que salió de aquesta sala.

FABIO:

¿Desta sala?

DIANA

Caminad,

Y responded con los pies.

FABIO

Voy tras él.

DIANA

Sabed quién es.

¿Hay tal traición, tal maldad?

¿Pudiste darte cuenta, que al seguir la lectura al inicio leíste la frase “sale Fabio, criado” que se encuentra entre paréntesis? Se trata de una acotación y puede ir entre paréntesis, corchetes y, en algunos casos, comillas. Si se encuentra dentro del texto, puede escribirse en negritas o letra cursiva.

Si comparas este último fragmento con otros que has leído, notarás que es mucho más escueto, y que no hace más que anotar las entradas y salidas de los personajes.

Estas acotaciones las utilizan tanto el director como los actores para interpretar la obra según el punto de vistan del autor, indicando los detalles físicos de la escena, esto implica la escenografía, el movimiento de los personajes, puede situar la obra en el espacio y el tiempo, puntualizar cómo deben aparecer vestidos los personajes, etc. La finalidad última es el efecto que se pretende provocar en el público.

Otro elemento del lenguaje que puedes observar en el fragmento anterior es el contraste de estilos. Se busca valerse del contraste entre los estilos de lenguaje de los personajes con una finalidad dramática: la de caracterizar al personaje por su modo de hablar, que de una u otra forma permite tener el lenguaje del pícaro en contraste del caballero o la elegancia del noble con la sencillez del criado, en muchas ocasiones como muestra del abanico social, que es muy amplio.

A veces se pone de manifiesto la jerga, el lenguaje que se usaba en el momento en que se escribió la obra. Por ejemplo, Fabio contesta: “¿Llama vuestra señoría?” y ese diálogo de inmediato resulta extraño a un hablante del español de hoy.

El discurso del personaje como mensaje, en la mayoría de los casos posee características propias: su estilo. En algunas ocasiones muestra las particularidades lingüísticas de una clase social o de una región determinada.

Si se tuviera que explicar rápidamente, se diría que, en las tragedias, el lenguaje es formal y elevado; en las comedias y la farsa es informal, coloquial y llega a incluir palabras altisonantes. El lenguaje formal puede significar seriedad, respeto o desconfianza, entre otras cosas, en tanto que el informal puede expresar descortesía, sarcasmo o ignorancia. Todo esto se encuentra presente en los diálogos que escribe un dramaturgo para sus personajes.

El reto de hoy:

Consulta en internet el cuento “La mesa chica” de Ángel de Campo, incluido en el volumen Cuento Contemporáneo, accesible para descarga en el sitio de internet de la Dirección de Literatura de la UNAM.

http://www.materialdelectura.unam.mx/index.php/cuento-contemporaneo/13-cuento-contemporaneo-cat/14-001-angel-de-campo?start=2

Una vez que tengas el texto, realiza una adaptación en la que ubiques el tiempo y espacio en que se desarrolla, anota las acotaciones que consideres necesarias y experimenta cambiando el lenguaje.

Si quieren leer otros ejemplos o reforzar algunos de los contenidos que has analizado, se te sugiere que revises tu libro de texto.

¡Buen trabajo!

Gracias por tu esfuerzo.

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